Tras llevarse el Goya por su debut en Ocho apellidos vascos, Dani Rovira vuelve al altar, esta vez junto a María Valverde, en Ahora o nunca, una comedia romántica con toques de acción y gamberrismo en la que ambos actores han dado mucho de sí mismos. "Es una película con mucha impronta de los actores. María Ripoll (la directora) nos ha dado mucha libertad", dijo el actor malagueño durante la presentación de la película en Madrid. "En mi caso, como ya empezaba a entender mejor la maquinaria de un rodaje, me ha apetecido mucho más implicarme con la directora, los cámaras, los otros actores", precisó. Rovira pasó el casting para el sexto largometraje de la realizadora catalana antes del boom de Ocho apellidos vascos, lo que ha trastocado, admite Ripoll, las expectativas de taquilla respecto al film. "Durante el rodaje no sentimos nada la presión, se creó muy buena química entre los actores, ellos aportaron mucho. Después sí me di cuenta de que la gente podía esperar otro Ocho apellidos, pero en realidad es muy diferente", advierte la directora de Rastros de sándalo.

Rovira y Valverde interpretan a Álex y Eva, una pareja que tras años de noviazgo decide casarse en el mismo lugar donde se enamoraron, un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Pero su romántica idea se verá trastocada por una huelga de controladores que impedirá al novio y a parte de los invitados llegar a tiempo. El peso actoral de Ahora o nunca se reparte con un elenco de secundarios en el que destacan Gracia Olayo (la pejiguera suegra, Caritina), Jordi Sánchez (padre del novio), Clara Lago, Alicia Rubio y Anna Gras (las amigas de la novia) o la candidata al Goya Yolanda Ramos (la surrealista tía Nines).

"Además de trabajar con tantos actores, para mí el gran reto ha sido el humor", admite la directora. "Mis referentes son la comedia británica, Notting Hill, Love Actually, pero aquí tuve que poner algo de la comedia más gamberra americana, tipo Resacón en Las Vegas", explicó. El guión, de Jorge Lara y Francisco Roncal, juega con los tópicos de los españoles que dan el cante en el extranjero. "Tenemos una idiosincrasia en que nos gusta marcar nuestro carácter fuera de nuestras fronteras, por inseguridad o lo que sea", subrayó la cineasta. "Hablar fuerte cuando no te entienden, el spanglish, son gags que nos han venido bien, pero además es un poco así en realidad".

Aunque la comedia manda, el espectador encontrará también toques de acción y de drama, terrenos nuevos para Rovira, mientras que en la comedia la novata era María Valverde. "Cuando la gente vaya a ver la película se va a dar cuenta de que Dani Rovira no es sólo un actor de comedia sino que tiene muchos registros y transmite las emociones muy bien. Es un galán, un actor de acción. Todo lo que se proponga lo puede hacer", apunta Ripoll. "Y María Valverde, que nunca había hecho comedia, la ves con esa naturalidad y esa delicadeza, que lleva dentro una actriz superpotente de comedia", precisó.

"He flipado mucho con María", confesó por su parte Rovira, "verla tirarse al barro sin juzgarse por primera vez, ha sido una lección". "Y ha habido momentos con ella muy bonitos en los que me ha dado el cosquilleo de probar más el drama, por qué no", añadió el actor malagueño.