tercer día de preliminares del carnaval colombino

Cuando los carnavaleros antiguos 'huelen' lo bueno

Hoy el día promete, y aunque hay un refrán que dice “eres más malo que una semana con seis lunes”, se nota que en el mejor concurso mundial del mundo entero es un día grande.

Se juntan tres grandes grupos para cantar en este día y si a todo esto le sumamos que los otros dos, a priori, se pueden oír, pues date con un canto en los dientes. De entrada, la noche es espectacular y así lo demuestra el teatro hasta las trancas. Qué le gusta esto a don Antonio Hierro, eso quiere decir que las arcas de la FOPAC poquito a poco se van llenando. Por otra parte, me gustaría destacar del presidente de la FOPAC sus cuidadísimos trajes que luce este año. Sí, luciendo, porque se lleva todo el día dando vueltas por el teatro con esos modelitos que, a la vez que elegantes, son muy originales. El que llevaba el domingo parecía que había salido de la sala de pediatría del Juan Ramón Jiménez, qué arte. El de ayer creo que se lo había robado a un guía de la torre Eiffel. Antonio es especial, lo lleva todo atado y no da puntada sin hilo, eso sí, muy bien apoyado por toda la directiva, que en esto de los trajes lo dejan solo.

Cundo me siento en la butaca puedo comprobar que sí ha habido cambios este año. El cartel de luces sobre las cortinas del Gran Teatro está desplazado hacia la izquierda. ¿Tendrá que ver en algo de esto la nueva corporación?

En el patio de butacas muchas caras de las antiguas, esas que solo aparecen por el teatro si el día es especial y, además, bueno. Son carnavaleros curados de espantos, que no van a sufrir, que van a lo seguro. Cuando veas en el teatro a gente como mis antiguos compañeros Light di: hoy es un buen día. Manuel Almansa, Enrique Izquierdo y Andrés Parra se acercaron para comprobar que el Carnaval sigue vivo y ver a las grandes agrupaciones que actuaron el lunes.

De camino también dijimos eso tan socorrido:

-“Quillo el año que viene sacamos la muga”.

Os dije que el primer artículo levantaría ampollas, pues dicho y hecho. Quizás me quedé anclado en los ochenta, pero recuerdo que esos años fueron los mejores del concurso del Carnaval Colombino. Que no hay nada de malo por volver a intentar que esto sea como lo fue antaño. Más de noventa minutos me llevé buscando entre mis recuerdos. Me llegaron todos y cada uno de los momentos vividos, intensos, emotivos y, sobre todo, con esa complicidad de que los vivimos. Según avanzaba la noche, el ambiente se iba calentando más. Los grupos no defraudaron, todos hicieron un buen pase. Si me tengo que quedar con alguno os diría que la murga de Carolina Marín; La comparsa de los Astutos, muy bien trabajada; y la de Rey de reyes, en su línea ascendente de año tras año.

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