Carnaval

Eclosión de color en la cabalgata final de Ayamonte

  • La amenaza de la lluvia queda al final en nada y no resta ni un ápice de espectacularidad al acto que cierra los festejos carnavaleros en la localidad

Aunque el sol con sus rayos no quiso sumarse al acto de punto y final a las Fiestas de la Alegría de Ayamonte, no por ello fue menos majestuosa la gran cabalgata de carrozas en la que tomaron parte los grupos musicales y agrupaciones que se adueñaron durante estos días de las calles de la localidad.

Desde bien temprano los organizadores, la Asociación de Carnavaleros de Ayamonte, tenían sus dudas porque la oscuridad que se adueñó del cielo desde primera hora de la mañana hacía presagiar algún que otro chubasco o fuerte viento que hicieran imposible la celebración, como ocurriera el pasado año, de este evento.

Tras una espera tensa no sucedió así, y a las cuatro en punto de la tarde, aunque horas antes ya veíamos en la ciudad muchos grupos y máscaras haciendo sus pinitos, inició su recorrido el cortejo. La gran eclosión de estas fiestas se puso en marcha y la caravana multicolor, y ante miles de ayamontinos, portugueses y de alrededores de la Puerta de España, veían como éste año sí podían disfrutar del trabajo, dedicación y alegría de cientos de personas que hacían divertir a sus parroquianos y a todos los visitantes.

Poco a poco la comitiva, desde los aledaños de los almacenes municipales, ubicados en la calle Gibraleón en el Salón de Santa Gadea, recorría las principales calles de la ciudad hasta llegar al Paseo de la Ribera, lugar de indudable belleza natural y donde la esperaban miles de personas que se unían a la alegría reinante y muchos bailaban al ritmo de la música.

Aunque este acto duró aproximadamente cuatro horas, fueron muchos días de ensayos, de confección de disfraces y de mucha voluntad por parte de las mujeres y hombres de Ayamonte. Ocho fueron las carrozas, perfectamente adornadas, las que llevaban sobre sus bateas la belleza ayamontina. Reina y damas de este año y las del año pasado cubrían cuatro de estas carrozas y las tres restantes con restantes jóvenes de la ciudad vestidas con sus mejores galas carnavaleras.

El ritmo musical lo componian la charanga El ruedo y otros grupos, tanto de la ciudad como de fuera de ella, que hacían mover el esqueleto, no solamente a todos los que iban en el desfile, sino al personal que veían este evento. A partir de este momento, aunque Don Carnal ha usurpado en unos días los dedicados a Doña Cuaresma, Ayamonte se vestirá de morado para esperar a su Semana Santa.

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