Cambian la parodia de su presentación dándole una sorpresa a J. Ignacio, dueño del bar, que pilla un cabreo importante, gracioso el propietario que hace una magnífica interpretación de su personaje.
Primer pasodoble a Huelva, al incendio. El segundo, muy crítico con el concurso y poniendo el parche antes de que salga la herida. Cuando se tiene calidad, en un concurso mediocre, la calidad es un preciado tesoro y sólo unos pocos llegarán hasta la gran final. Es duro pero es así, hay un refrán que dice: en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, pero siempre tiene que haber un rey.
Cuplés muy al tipo y en la línea con lo demostrado en su primer día.
Muy buenos, han sabido escoger el repertorio para la ocasión.
En el popurrí se divierten y hacen que el público se lo pase en grande.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios