Provincia

Los agricultores patrullan en los campos para evitar los robos de fruta

  • La organización agraria Coag estudia la posibilidad de contratar a vigilantes que cuiden los cultivos · Los hurtos de material en las comunidades de regantes ponen en peligro el riego en plena campaña

Los agricultores de la provincia están desbordados por los continuos asaltos que se están produciendo en el campo este invierno. Los hurtos comenzaron este otoño cuando los asaltantes se llevaban materiales como los tubos y alambres de las infraestructuras agrícolas. Los citricultores fueron los primeros en padecer los robos de fruta y los destrozos en los árboles, ahora también se han sumado los freseros quienes se están viendo seriamente perjudicados por la misma causa.

El responsable de Organización de Coag, Eduardo Domínguez, asegura que muchos de los propietarios se ven obligados a hacer guardia toda la noche en el campo para evitar los robos. "Lo de menos es la cantidad de fruta que vayan a llevarse, que no pasará de 200 ó 300 kilos, lo peor es que los destrozos en los campos, en ocasiones, son irrecuperables. Los daños que se producen en los lomos o al arrancar las matas tienen graves consecuencias en la producción", aseguró.

El representante de la Coag afirma que la intensidad de los robos ha crecido en esta campaña notablemente, en una valoración estimativa cree que se han podido incrementar por encima del 50% en comparación con campañas anteriores.

La situación parece generalizada pues también la organización empresarial Freshuelva remitió una carta a la Subdelegación del Gobierno para dar la voz de alarma. Lo cierto es que la Guardia Civil de Huelva está intensificando la vigilancia en los campos. Sólo en la primera quincena de febrero han sido detenidas 15 personas en fincas de Palos, Almonte, El Rocío y San Juan del Puerto por robos en los campos. Los agentes se incautaron en total de casi 1.000 kilos de fresa y 1.400 de naranja.

La organización agraria Coag está estudiando la posibilidad de contratar algún tipo de seguridad privada para vigilar los cultivos y, sobre todo, para evitar "una desgracia", asegura Eduardo Domínguez. El objetivo es contar con personal especializado en lugar de dejar que los agricultores se pasen la noche recorriendo los caminos de las fincas, vías agrarias que se quedan desiertas en cuanto cae el sol. "Queremos evitar enfrentamientos", dice Domínguez y de hecho ya ha ocurrido que un agricultor del paraje palermo El Príncipe bloqueó con su vehículo la entrada a su finca para impedir que los presuntos ladrones huyeran con 750 kilos de fresa. Este llamó a la Guardia Civil. El incidente se produjo a finales de enero sobre las 20:00. Domínguez reconoce que no siempre se denuncia un acto de este tipo porque se temen represalias y porque la denuncia "tiene pocas consecuencias para los presuntos autores de los robos, pues apenas llegan a estar unas horas retenidos".

Domínguez reconoce que la Guardia Civil ha reforzado las patrullas en los campos pero ni siquiera esto es suficiente en parajes como Las Malvinas o en Palos "donde las fincas son muy profundas y hay partes alejadas de la carretera se quedan completamente desprotegidas". Y añade que, de poco sirven los cercados de alambre, porque van preparados y los cortan con relativa facilidad. Con este panorama de fondo Eduardo Domínguez hizo un llamamiento público para que los ciudadanos eviten las compras fuera de los comercios habituales, "está claro que hay robos porque hay mercado y la única forma de pararlo sería que la gente no adquiriese este tipo de mercancías".

A los robos de fruta se suman los saqueos que han sufrido algunas instalaciones agrícolas de las comunidades de regantes. De las seis que existen en la provincia dos han denunciado asaltos, la de Palos de la Frontera y la del Piedras-Guadiana de Lepe. A las pérdidas se suma la preocupación de los agricultores de que una acción de este tipo les impida regar en un momento de la campaña en que el agua es clave para seguir produciendo.

La Comunidad de Regantes Piedras-Guadiana denunció ante la Guardia Civil tres robos casi consecutivos en diversas instalaciones del término municipal de Lepe, lo que causó cierta alarma entre los afectados ya que las sustracciones de material casi inutiliza los sistemas de riego en los campos. Los ladrones se llevaron diversos materiales valorados en unos 20.000 euros, sin embargo el gerente de la comunidad, José Manuel Villegas, señaló que "no es ya tanto el valor del material como los perjuicios que la inutilización de las instalaciones puede causar entre los productores", mayoritariamente del sector de la fresa, y que se encuentran ahora en plena campaña de producción.

Los ladrones se llevaron tres transformadores de cobre, que pesan cada uno alrededor de un par de toneladas, "lo que indica que iban bien equipados para cargar con un material así. Además, deben tener cierta técnica puesto que los 200 metros de cable que sustrajeron de la estación de la presa de Los Machos se cortó con corriente", explicó el gerente de la comunidad.

Estos materiales se encuentran en casetas en medio del campo, donde se encuentran los mecanismos para bombear agua hasta las balsas de riego. Villegas señala que se han tomado algunas medidas de protección pero no deja de reconocer que las instalaciones están en el campo y que si los asaltantes se equipan poco se puede hacer. Su mayor temor es que los agricultores se queden sin posibilidad de regar en plena campaña.

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