Las sombras sobre la campaña emprendida por los socialistas en pos de que los ciudadanos de origen inmigrante que residen en la provincia puedan ejercer su derecho al voto siguen extendiendo los tentáculos de la polémica hasta otros municipios. Justo escasos días después de que el PP hiciese lo propio en Almonte, por el papel desempeñado por la Oficina de Atención al Inmigrante, y en Cartaya por la Fundación de Trabajadores Extranjeros en Huelva (Futeh), ahora las críticas se trasladan a Bollullos por la campaña de captación del voto ejercida por los socialistas y que los populares tachan de "irregular".

Sin embargo, en este caso se produce un importante matiz que no es otro que en este municipio condal son los populares quienes gobiernan en coalición con los Independientes. Ello no ha sido óbice para que el concejal Francisco Martín denunciase esta campaña de captación, cuyo papel asegura que está recayendo en "Ana Valdayo, que formaba parte de la plantilla de cuarenta trabajadores que contrató Carlos Sánchez antes de abandonar la Alcaldía".

Según Martín, "esta mujer se ha encargado de acompañarles a la oficina censal e incluso iniciar los trámites para que a través de internet el colectivo de inmigrantes pueda tramitar su solicitud de inclusión en el censo".

Los populares mantienen que van a escrutar con lupa cada una de las solicitudes dada lo extraño que les resulta que un grueso de ciudadanos haya mostrado tanto interés en participar en unos comicios locales. Martín va más lejos al sostener que algunos rumanos acudieron a las oficinas municipales directamente interesándose "sobre el lugar donde tenían que tramitar sus documentos para votar al PSOE".

Carlos Sánchez, ex alcalde y alcaldable socialista, ha tachado de falacias estas acusaciones, a la misma vez que denunciado un "juego sucio" por parte del equipo de gobierno al dar vacaciones a un funcionario al objeto de evitar cumplir con un trámite al que tienen derecho todos los ciudadanos censados en Bollullos.

El representante socialista achaca las acusaciones del PP a "una cortina de humo" para desviar la atención sobre la "notable gestión que desempeña el PSOE ante los ciudadanos, que seguimos desarrollando desde la oposición y a pesar de que la institución local adeuda 40.000 euros al partido, mientras ellos cobran las nóminas todos los meses".

Sánchez descarta tajantemente que hayan iniciado cualquier tipo de campaña, ni tan siquiera dentro del seno del partido y menos aun a nivel institucional, amén de recordar que son los independientes y populares quienes gobiernan en coalición y, por ende, quienes tienen acceso al censo y los datos oficiales. En este sentido mantiene que su única labor se ha limitado a informar a todos los ciudadanos que han llegado a la sede del partido, por lo que su única respuesta ha sido remitirle al ayuntamiento, quien tiene competencias para cursar estos trámites.

Algunas formaciones políticas consultadas por este periódico consideran crucial para ganar las elecciones locales el saber movilizar al electorado inmigrante.

A priori se trata de un perfil de votante que, si bien puede tener preestablecida una ideología, aun no se ha declinado por ninguna formación, lo que les hace especialmente sensibles a cambiar su opción política en virtud del atractivo de propuesta que les formulen las distintas fuerzas que se batirán el cobre en las urnas.

Siguiendo estas directrices y de cara al diseño de las elecciones municipales, algunos partidos pretenden dar protagonismo a medidas destinadas a estos potenciales electores, perfilando propuestas que se ajusten al estereotipo de ciudadanos que se han asentado en El Condado al calor de la oferta de mano de obra que generan las diferentes campañas agrícolas.

Entre ellas ya se vislumbran esbozos de propuestas, algunas de ellas que ya se aplican en otras zonas de España como descuentos de entre el 10% y el 90% del Impuesto de Bienes e Inmuebles para las familias numerosas. Otras son de nuevo cuño aunque ya manidas como el acceso preferente para el acceso de VPO e incluso viviendas en régimen de alquiler a precios reducidos para inmigrantes.

Los partidos trabajan en lo que en el argot de publicidad denominan como 'tormenta de ideas'. Cualquier tipo de propuesta es bienvenida e incluso la más estrafalaria será estudiada y depurada, otras se descartarán en favor de las más atractivas o realistas, que son las que finalmente integren el programa electoral.

Lo cierto es que la veda se ha abierto. La batalla por el voto no ha hecho más que comenzar y, a pesar de la polémica suscitada, ningún cazador hace ascos al origen de la pieza, si no al sentido o color de la papeleta de voto.