Provincia

El fuerte oleaje destroza de nuevo las playas de Matalascañas y Mazagón

El temporal de lluvia y viento volvió a cebarse ayer con el litoral oriental. Las playas de Matalascañas y Mazagón sufrieron graves daños. En el litoral almonteño, las casas de pescadores se precipitaron a la playa y las olas arrastraron los escombros hacia la zona de Torre la Higuera. Los colectores de aguas fecales también quedaron a la intemperie.

En cuanto al Condado, el temporal de viento y lluvia pasó ayer de puntillas, según informó Carlos López. Se registraron abundantes precipitaciones que no obstante, no fueron todo lo virulentas que se anunciaron. La lectura la refrendó el 112, que se congratulaba de una jornada de relativa calma en la Campiña, donde la normalidad fue la nota predominante de la jornada, a pesar de que desde las 15:00 hasta las 20:00 se mantuvo operativo el estado de alerta naranja.

En efecto, en líneas generales las precipitaciones fueron muy continuadas y extendidas en el tiempo, lo que contribuyó a evitar que se produjesen llamadas de alertas por superar los umbrales que convierten al temporal en una seria amenaza para la ciudadanía. Esta concatenación de elementos climatológicos contribuyó a que la mayor parte de las alcantarillas evacuasen la tromba de agua al no concentrarse en un espacio de tiempo muy concreto. Mismo diagnóstico puede realizarse en la agricultura. Si el año pasado el temporal ponía en jaque toda la producción y el viento arrancaba de cuajo los macrotúneles e invernaderos que protegen la fresa y la frambuesa, este año la lluvia se está convirtiendo en un aliado de cara a evitar futuros déficits hídricos.

El presidente de la cooperativa lucenera Hortofrutícola Costa de Huelva, José Antonio Tirado, relató que en la actualidad la lluvia "no está cayendo mal", por lo que no hay que lamentar ningún problema de tipo estructural en las explotaciones agrícolas, tan sólo la aparición de los consabidos hongos como el oídium y la brotrytis, los cuales se han visto alimentados por la intensa humedad del suelo y el ambiente.

Otro lugar de la provincia especialmente afectado por el temporal, en esta ocasión por los fuertes vientos, fue Campofrío, según informó Carlos Palomares. Unas rachas huracanadas sacudieron la localidad entre las 7:30 y las 8:00 dejando destrozos materiales, árboles y ramas caídas, coches volcados, tejados hundidos y calles llenas de restos de cubiertas de algunas viviendas. Los bomberos del Parque de Minas de Riotinto estuvieron toda la mañana asistiendo.

Los bomberos del Parque de la Sierra Occidental tuvieron que achicar agua en una calle de la localidad del Repilado, mientras que en Alosno fue el consultorio el que se vio inundado a causa de un atasco del sumidero. Los efectivos procedieron a desatascar el alcantarillado y retirar el agua estancada.

En el capítulo de las infraestructuras, la Guardia Civil advirtió de que la carretera HU-7104, que une la N-435 con Cabezas Rubias está cortada hasta el miércoles por estar inundada.

En otro orden de cosas, efectivos de los parques comarcales del Andévalo Oriental y Ribera Campiña extinguieron un incendio en el centro de personas con discapacidad Betsaida de Beas. El fuego se originó en la cocina del centro. Gracias a su intervención las llamas no se propagaron a otras estancias.

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