Provincia

Rehiletes en la víspera de la Pura

  • Los vecinos de la Sierra se acercan a los castañares cercanos para preparar sus antorchas con hojas caídas

La Sierra se inunda durante el mayor puente del año de muchas actividades y tradiciones ancestrales. Una de ellas es la quema de los conocidos como rehiletes. La Noche de Rehiletes en Aracena sirve para rememorar tradiciones pasadas y secundadas con fervor desde siempre sin llegar a perder su esencia en el presente. Muchos visitantes, durante el puente de la Inmaculada, no se pierden esta tradición tan peculiar que se celebra esta misma noche.

Además, es una de las costumbres de las más queridas entre los cebolleros, vecinos de Aracena, por perdurar tanto en el tiempo en barrios y calles de la ciudad pese al paso del tiempo y de sus necesarias generaciones. Una de las más conocidas se ubica en la Plaza Alta, en un marco incomparable entre la Parroquia y el Cabildo Viejo. Con la nueva plaza la candela se ubica justo en la subida hacia el Castillo.

También ha que destacar la que se coloca en el barrio de Santo Domingo, con una de las candelas más grandes junto a la fachada de la Ermita. Por otro lado, en la calle Alegre, al lado de la Plaza de Toros, en el Recinto Ferial y en la calle Cantarrana, dentro del barrio de San Roque, junto a otras zonas del pueblo de forma esporádica también se celebra esta típica noche. Como norma habitual en torno al calor de la candela los vecinos aportan los productos típicos de la Sierra para asarlos al lado de un buen vino.

Los rehiletes, formados con numerosas hojas de castañas prensadas sobre una vara de olivo y sujetadas en la punta por una castaña para que no se salgan, son prendidos gracias al fuego y así toca darles vueltas constantemente en círculo con el brazo extendido para que nunca pueda rozar sobre el cuerpo del niño y, en muchos casos, de no tan jóvenes, aunque siempre con mucho cuidado.

Los niños, las semanas previas, se acercan a los castañares cercanos para hacer sus rehiletes con las hojas caídas del suelo.

Tras esto sólo queda pasar una buena noche en torno a la candela con conocidos y desconocidos dentro del mejor entorno como la noche otoñal en la Sierra. Y sobre todo prender todos los rehiletes guardados de forma que no se apaguen con la velocidad del brazo en el giro para formar auténticos arcos de fuego llenos de magia y simbolismo cristiano.

La fiesta de los rehiletes hace muchos años tomó un matiz religioso con la festividad de la Inmaculada Concepción -conocida en al Sierra como la Pura-y las candelas sirven como purificación en torno al fuego de la noche serrana.

Además, la fiesta de los rehiletes tiene otras similitudes por poblaciones de la Sierra, pero con el nombre de avelorios. Por ejemplo, la aldea aracenense de La Umbría, a tan sólo once kilómetros de Aracena, realiza la misma fiesta en torno al fuego, pero con el cambio de nomenclatura. También hay fuegos purificadores en la víspera de la Inmaculada en Higuera de la Sierra, Los Marines, Corteconcepción y Zufre.

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