La Junta de Andalucía ha tenido que poner en marcha un sistema complementario de búsqueda de empleo local para la campaña de la fresa ante la falta de oferta en el Sistema de Gestión de Empleo Agrario, herramienta que se suponía iba a servir para cubrir toda la demanda necesaria de mano de obra. El objetivo era priorizar el empleo local a través de la mediación del servicio de empleo público en la contratación de parados procedentes de otros sectores.

En declaraciones a los periodistas, el delegado provincial de Empleo en Huelva, Eduardo Muñoz, precisó que, sin excluir el GEA, desde la Junta de Andalucía se ha iniciado un fase de intermediación laboral de la mano de los ayuntamientos y empresarios tanto en municipios productores como no productores, pero sí ofertantes de mano de obra.

El objetivo de esta medida complementaria es "garantizar a los empresarios la recogida de frutas y fomentar la mano de obra local", ya que las inscripciones en el GEA no son suficientes para hacer frente a la demanda de empleo agrícola para una campaña cuya plantación ya ha comenzado.

Muñoz insistió en la necesidad de priorizar el empleo local e indicó que se calcula que con estas medidas se podrá lograr la mano de obra necesaria, haciendo uso, sólo si es necesario, del cupo de reserva que como el año anterior ya se ha determinado con contrato en origen desde Marruecos.

El pasado año, algunos ayuntamientos -sobre todo los de la comarca del Condado- pusieron mesas informativas para agilizar las contrataciones en los tajos, después de que muchos empresarios dieran la voz de alarma sobre la falta de compromisos en la mano de obra para recoger sus cosechas de fresas. Cientos de jornaleros participaron en las entrevistas para tratar de asegurarse un empleo después de que la construcción se mostrara incapaz de absorber toda la mano de obra excedente.

La pasada campaña se puso de manifiesto la disfunción existente en el Servicio de Gestión de Empleo Agrario. Los empresarios agrícolas han iniciado la campaña de siembra y preparación de suelos reclamando opciones para que el parado que regrese a las labores del agro no abandone el tajo a las primeras de cambio. Esa falta de compromiso redunda negativamente en la recogida del fruto.

El problema aparece cuando en medio de la campaña agrícola el empresario pierde a gran parte de la cuadrilla. Y en algunas ocasiones eso se produce en cuanto acceden a las peonadas necesarias.