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La obra de la planta de gasificación de biomasa acumula un año de retraso

  • Quedan pendientes importantes trámites administrativos para su puesta en marcha · El proyecto estará a pleno rendimiento en 2012 y se autoabastecerá con los cultivos forestales del municipio

La construcción de la planta de gasificación de biomasa de Almonte acumula ya un retraso de un año. El proyecto se presentó públicamente en octubre del pasado año y se fijó el inicio de las obras a primeros de 2010.

Se trata de la primera iniciativa de estas características en España. Una instalación generadora de energía verde que suministrará a unos 4.000 hogares. Así, la localidad de Almonte pretende convertirse en un referente de las energías renovables en todo el país. El Ayuntamiento y la empresa promotora, Biomasa Gasificación Almonte (BGA) han puesto en marcha el proyecto que, aunque empezó con paso firme, se encuentra un tanto paralizado por distintas causas.

Según informó la concejala de Medio Ambiente de Almonte, Azucena León, los trámites administrativos para la construcción y puesta en funcionamiento de la planta están prácticamente finalizados por lo que espera que las obras comiencen el próximo año de manera que pueda estar a pleno rendimiento en 2012.

Pero, además, el Gobierno local y la empresa promotora están a la espera del proyecto planteado por la Junta de Andalucía para que los cultivos forestales pasen a tener la consideración de agrícolas. La propuesta definitiva podría publicarse y ser efectiva a final de año.

Y es que la planta utilizará como recurso la biomasa, es decir los residuos procedentes de actividades industriales y forestales. La idea del Ayuntamiento de Almonte es autoabastecerse de biomasa procedente de cultivos forestales del propio municipio.

La iniciativa cuenta con la participación de la Fundación Doñana 21, integrándose en un proceso natural en el que se retomará el aprovechamiento tradicional del bosque, pero con tecnología de última generación, aportando además empleo a la zona.

La energía, con una potencia eléctrica instalada de 2 megavatios, se empleará en el municipio.

La planta quedará fijada en tres hectáreas en la zona de la Dehesa en El Pocito, junto al depósito de agua y próximo a infraestructuras relacionadas con la salud, el deporte y el ocio que se han planificado por parte del Consistorio almonteño en este lugar. Así, se aprovechará la energía tanto eléctrica como térmica, provenientes de esta planta en las instalaciones que se construyan.

Con la instalación de la central se buscan varios objetivos. El primero es conseguir que el Ayuntamiento pueda cumplir con los compromisos de la UE y reducir en un 20% los gases contaminantes, algo que tiene como techo el año 2020. También se logrará reducir del consumo de energías fósiles convencionales, al utilizar energías renovables.

Además de su justificación medioambiental, los datos económicos avalan la puesta en marcha del proyecto, ya que prevé una inversión de 8 millones de euros, con una facturación anual de 2,5 millones. El periodo de recuperación de la inversión se ha fijado en torno a los once años y se prevé una tasa interna de rentabilidad de entre el 12% y el 15%. El proyecto se asienta en una tecnología en la que se ha trabajado internacionalmente desde hace años. El funcionamiento de la planta está asegurado, requisito imprescindible para obtener el aval de entidades financieras.

Hay otra justificación de carácter social pues se crearán en torno a cuarenta puestos de trabajo, de los cuales algunos se distribuirán en la planta y el resto a pie de monte en actuaciones silvícolas y aprovechamientos forestales para el suministro de materias primas. Se prevé que la planta consuma alrededor de 20.000 toneladas anuales, para lo que se apoya principalmente en el término municipal.

Almonte es el pueblo con más extensión territorial de la provincia de Huelva, del que un 56% corresponde a superficie forestal. 6.000 hectáreas son de montes de propios y las otras 30.000 hectáreas están en manos de la Consejería de Medio Ambiente.

El proyecto propiciará nuevas iniciativas, economía y promoción de la zona. Se pretende por ejemplo asociar los excedentes de energía de la planta a un complejo asociado a la salud, el deporte y el ocio, que se presentará en breve y que generará más perspectivas de empleo. La producción de energía puede asimilarse dentro del territorio, lo que le añade un componente de sostenibilidad.

La idea del proyecto se inició en 1992 con el dictamen de la comisión de expertos, que solicitaba entonces la compatibilidad entre la conservación del entorno natural y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

El municipio de Almonte cuenta con otros proyectos de energías renovables como el denominado bosque solar de Doñana con una producción de más de 162.000 kilovatios anuales. Con esta infraestructura se evita la emisión de más de 60 toneladas de CO2 (efecto invernadero) a la atmósfera en un año.

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