Almonte inicia hoy su acercamiento a los pueblos masais que habitan las llanuras del Ngorongoro. El proyecto Muruna (Mundo Rural y Naturaleza) hermana a las comunidades del mundo que mantienen su apuesta por la naturaleza como medio de vida. En Tanzania, los poblados de Obalbal y Oloirobi basan su economía en el pastoreo y Doñana mantiene una gran cabaña semi salvaje de caballos y vacas que aporta a la tierra sensaciones ancestrales.

El proyecto Muruna plantea alternativas complementarias que se realizan en territorios de alto valor ecológico, recluta personas preparadas en nuevas tecnologías para empadronarse y vivir en un municipio desfavorecido reforzando la población rural e instaurando en él una economía multifuncional basada en el fomento de la biodiversidad, detectando y promoviendo las claves de gestión del territorio que favorecen la armonía entre el hombre y la naturaleza. Según Benigno Varilla, uno de los colaboradores , "Muruna se diferencia de todos los demás proyectos de cooperación en que no es una ayuda para que un pueblo pobre que vive en zonas de rica biodiversidad encuentre un modelo de desarrollo que no destruya esa riqueza, sino que es una alternativa para que ese pueblo ayude a los países ricos a encontrar el modelo de desarrollo que permita reducir la huella ecológica y recuperar y mantener la biodiversidad, en muchos casos aniquilada por el hombre".

A partir de hoy, la Garganta de Olduvai (Tanzania) tendrá mucho que ver con las llanuras almonteñas. Por aquellas tierras tanzanas se asienta la llamada Cuna de la Humanidad, los yacimientos paleontológicos más antiguos descubiertos hasta ahora en el mundo y que ha propiciado el primer hermanamiento entre Oldubai y Atapuerca (Burgos) la Cuna de Europa. Un pueblo, el burgalés, donde se trabaja en las claves de la evolución humana con un éxito envidiable.

Pero si Tanzania comparte con Burgos el interés paleontológico (Homo Habilis), con Almonte y Doñana mantendrá abiertas las puertas de una de las prácticas más antiguas del hombre, el pastoreo. En Atapuerca hay individuos que tienen hasta 500.000 años y en Almonte se conserva la práctica pastoril desde hace 10.000.

Las imágenes de hoy muestran las grandes migraciones africanas de búfalos, cebras y todo tipo de fauna en busca de las fértiles llanuras del Serengueti pero también enseñan los rebaños trashumantes de caballos saliendo cada año de las marismas almonteñas y de Hinojos para su recuento y saneamiento: la Saca de las Yeguas. Dos formas de mantener la tradición. Ambas reservas con Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

El alcalde de Almonte, Francisco Bella, firma hoy con Naini Oleshweel, representante de los poblados masai de Obalbal y Oloirobi el preacuerdo para iniciar el proceso de hermanamiento de los habitantes del entorno de Doñana con los del área de conservación de Tanzania.

La pastora masai, dirigente de Muruna, ha viajado desde Tanzania para reivindicar la voluntad del mundo ganadero masai en liderar la recuperación de especies amenazadas. Los ganaderos almonteños ofrecerán su experiencia de cómo conciliar conservación y desarrollo. Este es precisamente el tema en el que ambas zonas geográficas planean intercambios.

El proyecto cuenta con el respaldo de la Estación Biológica de Doñana (EBD).