Provincia

Medio Ambiente apoya ahora la carretera de Doñana que cuestionó durante años

  • El delegado provincial critica los "comentarios dañinos" sobre ella y afirma que "hacía falta como vía de comunicación" · La ex consejera Coves se opuso a ella y vaticinó una condena judicial del Tribunal de la UE

El miércoles pasado se hizo pública una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) en la que se descartaba que esta carretera -un camino rural asfaltado por la Consejería de Agricultura en 2001- no representa una amenaza para el lince ibérico. Ante ello, el delegado provincial de Medio Ambiente, Juan Manuel López, mostró ayer su satisfacción y reprochó las críticas realizadas a dicha actuación durante todos estos años: "Se han dicho muchos comentarios dañinos", explicó.

Las palabras de López contrastan, sin embargo, con la posición que su propio departamento ha mantenido durante años. En un pulso abierto con el departamento de Agricultura, la entonces consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves -hoy presidenta del Parlamento de Andalucía- intentó en marzo de 2002 cortar la circulación y vaticinó que la Unión Europea "probablemente" condenaría a España por dicha actuación.

Su tentativa de impedir el tráfico de vehículos quedó frustrada por la oposición de seis alcaldes del entorno y de las hermandades rocieras, aunque logró que Agricultura llevase a cabo obras de remodelación en la vía con la construcción de rotondas, badenes y pasos subterráneos para la fauna.

La citada sentencia da respuesta a una demanda que Ecologistas en Acción y WWF plantearon tras el asfaltado de la vía, una obra demandada por vecinos y empresas -especialmente de los del pueblo sevillano- porque los 21 kilómetros asfaltados entre ambos núcleos suponen ahorrarse la mitad de los kilómetros que había que recorrer por la ruta anterior, que pasa por Hinojos y Almonte. El problema estriba en que la carretera en litigio atraviesa valiosos parajes naturales de Doñana, incluidas zonas habitadas por el lince ibérico.

La carretera de une Villamanrique con El Rocío resume uno de los principales problemas a los que se han venido enfrentando desde hace años los gestores Doñana: poder conciliar la movilidad de los habitantes del entorno con la protección del medio.

El delegado provincial de Medio Ambiente, en declaraciones a Europa Press, apuntó que durante estos años, la situación ha sido "bastante complicada porque todos pensaban que la Administración estaba destrozando el Parque y el lince" y ahora se ha demostrado que "esto no es cierto".

Sus apreciaciones difieren de las de Ecologistas en Acción y WWF, que denuncian nuevamente que este camino rural no forma parte de la red de carreteras y que debería servir "únicamente" para dar acceso a propietarios y trabajadores de fincas colindantes.

"Hoy en día se ha convertido en una carretera de facto, utilizada sistemáticamente para acceder a la playa en vacaciones y fines de semana", denuncian. Por ello han anunciado que van a seguir trabajando "para que este auténtico punto negro para la conservación en Doñana" sea devuelto a su estado original, y para poner freno al aumento de infraestructuras que "están aislando cada vez más a las especies y fragmentando los hábitats de Doñana".

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