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Usuarios denuncian la peligrosidad de la carretera a San Bartolomé por las obras

  • Los conductores deben ir por una A-495 con tramos de tierra y baches, resaltos y falta de arcenes · Los trabajos pretenden ensanchar la calzada de 6 a 7 metros

Usuarios de la carretera A-495, que une Gibraleón y San Bartolomé de la Torre han pedido a la Junta de Andalucía la agilización de las obras que allí se están llevando a cabo, de mejora y acondicionamiento, debido a los "problemas y molestias" que vienen sufriendo desde que estos trabajos dieron comienzo.

Juan C.L. empresario onubense que recorre todos los días dicha calzada, ha visto cómo desde que comenzaron las obras, la circulación vial se ha visto ralentizada de forma notable entre ambos términos.

"Está claro que es necesario arreglar las carreteras, pero nadie se explica cómo estas obras van tan lentas", comentó al tiempo que señaló que la peligrosidad que entraña para el tráfico rodado el estado de la calzada, hace que haya que aminorar la velocidad.

Además de los resaltos que hay que superar a lo largo de todo el trayecto, los vehículos han de circular por tramos de tierra y baches, con los consiguientes problemas para los vehículos. De la misma opinión es Carmen, vecina bartolina que ha de acudir diariamente a Huelva y se muestra indignada por la "lentitud" de estas obras. "No sé el tiempo que llevan -dice- pero a los que cogemos todos los días la carretera se nos hacen eternas".

Las obras de la A-495, que en un principio se anunciaron para un plazo de ejecución de 20 meses, están incluidas en el plan Más cerca, que cuenta con fondos Feder, procedentes de la Unión Europea y que supondrá una inversión superior a los 7 millones de euros.

La longitud del tramo de la A-495 que se está acondicionando es de 12,6 kilómetros y va desde la intersección con la N-431 hasta el comienzo de la travesía de San Bartolomé de la Torre. Se va a ensanchar la plataforma, que pasará de 6 a 7 metros con un carril de 3,5 metros para cada sentido y arcenes de 1,5 metros a cada lado.

En el primer y más largo tramo de 10,3 kilómetros, desde Gibraleón hasta la variante de San Bartolomé, se construirá una carretera interurbana, con vías de servicio en algunos trozos, que tienen como objetivo evitar las intersecciones demasiado cercanas. En el segundo tramo, de 2,2 kilómetros, se hará una carretera con un carácter más urbano, proyectándose un paseo peatonal hasta integrarse en la travesía, según la Junta de Andalucía.

El acondicionamiento aumentará la seguridad vial de los vehículos, ya que se mejorará la visibilidad existente y se reforzará el firme. En la actualidad, existen cambios de rasante demasiado bruscos que se corregirán y se aumentará de esta forma la posibilidad de adelantamiento.

En el proyecto figuran tres intersecciones a lo largo de la traza y un enlace tipo diamante con un paso superior sobre la A-495. Además se han diseñado dos paradas de autobuses a lo largo del recorrido.

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