El presidente de Giahsa, Miguel Novoa, apuntó ayer que la salida de Lepe de esta mancomunidad de servicios "pone en peligro" a 400 empleos directos, propiciando a su vez que 40 trabajadores pasen a la empresa privada que el Ayuntamiento quieren contratar para que ocupe su lugar, al mismo tiempo que subrayó que el Consistorio de la localidad "se queda sin argumentos" que defienden su salida.

En rueda de prensa, Novoa explicó que, además, más de 50 pymes que están trabajando para Giahsa con sede social en Lepe "corren un grave riesgo de que no puedan seguir haciéndolo", a lo que añadió que es "una irresponsabilidad, en estos momentos de dificultad, que el Ayuntamiento proponga una inestabilidad de tal calado en la sociedad".

En este sentido, indicó que los intereses de Lepe "no está respaldados" ante esta decisión, por lo que lanzó un mensaje de serenidad, ya que "este proyecto no se va a venir abajo", aunque aseguró que, tras la salida, "vamos a tener que dejar de contar con una serie de trabajadores". Por su parte, la concejal del PSOE en el Ayuntamiento lepero Bella Domínguez apuntó que con esta decisión Lepe "va a estar hipotecada durante 20 años y los beneficios de esta privatización no van a repercutir en absoluto en la localidad".

El secretario provincial de Política municipal del PSOE, Manuel Domínguez, apuntó que esta salida corresponde "a intereses particulares" y aseguró que desconoce "lo que hay detrás porque no tienen argumento objetivo para abandonar una empresa que es suya y privatizar un servicio".

Los trabajadores de Giahsa solicitaron ayer a las fuerzas políticas que "hagan un esfuerzo por llegar a un pacto" y criticaron el desmembramiento de la mancomunidad, "poniendo en manos de intereses privados servicios esenciales como el abastecimiento y la depuración del agua". Mientras, el secretario provincial del Partido Andalucista (PA), Francisco Ramos, rechazó la decisión lepera de abandonar la empresa de Giahsa y pidió la "unión de las fuerzas políticas en pro de la empresa provincial del agua".