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"El agua superficial llegará al Condado dentro de seis, siete u ocho años"

  • El alcalde de Bonares considera que la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, que espera para este año, propiciará el desarrollo del municipio a nivel industrial y turístico

Aprendió en la empresa privada a trabajar por objetivos y a incentivar a los trabajadores. Y este modelo de gestión lo practica en el Ayuntamiento de Bonares desde que asumió el cargo de alcalde al final de la anterior legislatura.

-¿Usted cree que un Ayuntamiento se puede dirigir como si fuera un taller o un concesionario de coches?

-Sí, porque el trabajador tiene que estar motivado con objetivos que puedan ser lógicos, reales y, sobre todo, alcanzables, para que no se desanimen y después puedan tener una recompensa real. Este sistema es bueno y hay que utilizarlo, fomentarlo e implantarlo en cualquier empresa o institución.

-¿Y usted cuando entró en la política tenía entre sus metas alcanzables llegar a ser alcalde?

-No, porque el primer sorprendido cuando Juan Coronel anunció en 2006 que iba a dejar la Alcaldía fui yo. Si hubiera estado previsto este cambio al inicio del mandato, lo lógico es que hubiera asumido áreas que significaran una cierta promoción de cara a la galería y no que pudieran provocar un cierto desgaste. Sin embargo, me ofrecieron la segunda tenencia de alcaldía, y las concejalías de desarrollo local y empleo, jefatura de policía y gobernación, donde lo más normal era pegar el zarpazo y enterrarte a nivel político. A pesar de todo, hicimos un buen trabajo.

-¿Cuál fue su condición para afrontar este reto?

-La única que puse fue que me dejaran liderar la candidatura del PSOE en las siguientes elecciones. No me parecía serio el tener que dejar la empresa durante siete meses para después no tener la oportunidad de presentarme.

-¿A nivel económico también se registró cierta polémica?

-Sí, porque Juan Coronel percibía 29.000 euros como alcalde y yo pasé a cobrar 35.000. Pero todo tiene su explicación: él sólo percibía un 70% de su sueldo global del Ayuntamiento, ya que el 30% restante procedía de la Mancomunidad de Municipios del Condado. Si se sumaban ambas cantidades, el cobraba mucho más que el sueldo que yo me puse. Ahora, tras ganar las elecciones, la cuantía ha ascendido a 40.000 euros, pero yo antes de ser alcalde, cuando trabajaba en Renault y tenía una dedicación parcial en el Ayuntamiento ganaba 48.000 euros.

-Perdone que le diga, pero es raro ver que en política se pierda dinero...

-Pero es que yo no vengo ni a perder ni a ganar, sólo estoy aquí para ofrecer un trabajo de gestión. Me lo he tomado como un reto y mi estrategia y la de todo el equipo de gobierno es cumplir el programa electoral. Trabajo y trabajo, y cuando pasen los cuatro años, que los ciudadanos nos pasen factura y si lo hemos hecho bien, aprobaremos, y si no, pues me pondré mi bata y me iré a trabajar en el mundo del automóvil y ya está.

-Ya que usted ha mencionado el programa, ¿cuál es el nivel de cumplimiento?

-El PSOE presentó un programa con 215 puntos. El 19 de septiembre último, durante la primera reunión que mantuvimos con el grupo de apoyo, observamos que 52,1% del programa está ya realizado.

-¿A este ritmo le sobrarán años de la legislatura?

-Seamos honestos, porque algunos de esos puntos del programa ya se venían realizando desde el mandato anterior y también puede ocurrir que te quedan cinco puntos por cumplir, y esos sean los más importante. Pero bueno, a nivel de estadística, es un dato a tener en cuenta.

-¿Entonces, cuáles son los imprescindibles?

-El más importante, la aprobación del PGOU, porque a través de él pivota todo lo demás. Si todo sale bien es posible que esté aprobado este año. De su tramitación depende el futuro desarrollo del polígono 'Belvís', un suelo industrial que nos permitirá seguir creciendo en áreas distintas a la agricultura. También necesitamos la llegada de agua superficial, porque el 80% del tejido productivo de Bonares procede de la agricultura, por eso es importante traerla de forma provisional en tanto en cuanto no llegue desde la presa de Alcolea, que ya es una realidad al estar licitada y adjudicada.

-¿Pero cuándo llegará de verdad el agua al Condado?

-Si somos rigurosos y coherentes, el agua al Condado de forma superficial no estará antes de seis, siete u ocho años. Yo no sé cómo se vendió años atrás la llegada de este agua, lo que sí sé es que las gestiones ya están realizadas: Alcolea adjudicada y en los Presupuestos Generales del Estado están contemplados 50 millones de euros para esta actuación, que tiene unos tres años de ejecución y construcción; ya se está ejecutando el proyecto del Canal de Trigueros, que cuando se licite y se adjudique tendrá otros tres años; el trasvase de los 5 hectómetros cúbicos de agua de una cuenca a otra ya se aprobó por el Consejo de Ministros y sólo queda casi 10% de las obras del proyecto de impulsión y canalización del Fresno.

-¿La alternativa del turismo tiene alguna viabilidad?

-Se puede y debemos desarrollar este municipio en esta parcela, pero para ello debemos contar con una mayor oferta turística y un suelo adecuado para estas infraestructuras que no contamos. El PGOU contempla esta opción, porque Bonares está situado en un lugar estratégico, porque estamos muy cerca del río de la vida, que es la A-49, y quizá haya que esperar a la llegada del AVE o el aeropuerto, ojalá no, para que sectores que quieran invertir se fijen en este municipio.

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