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La mala cosecha de castañas se suma al abandono del castañar en la Sierra

  • Durante la presente temporada sólo se han podido coger 124.000 kilos, mientras que el año anterior la media rondó el millón de kilos · El incremento de los precios no ha compensado el coste de la recogida

De nefasta califica el sector del castañar la cosecha que se acaba de cerrar en la Sierra. En esta temporada se ha registrado la menor cosecha en la historia de este fruto en la comarca del norte de la provincia de Huelva, una situación que se debe a diferentes causas, que en este momento, se han unido todas.

Y es que las cifras no engañan. Mientras que la media por temporada en la Sierra rondaba el millón de kilos de castañas, en 2008 no se han podido recoger más de 124.000 kilos, según informa el técnico de la Oficina de Regadíos de la Mancomunidad Ribera del Huelva, Diego Diajara.

Este experto explica que el año ha sido malo en todas las zonas, "aunque la nuestra ha sido con diferencia la peor, porque en la Serranía de Ronda, por ejemplo, sólo han recolectado el cincuenta por ciento de lo que es habitual, pero eso supone unos tres millones de kilos, y nosotros no hemos llegado ni a un cuarto de millón".

Las causas, según Diego Diajara, son múltiples y de distinta solución. La primera de ellas es que la cosecha ha sido especialmente corta, por el deterioro que sufren los árboles actualmente, y a ello se une la inoportuna lluvia de agosto, que provocó el contagio masivo de la socarrina, y la de junio, que arrastró el polen y dificultó la polinización para el fruto. Además, muchos erizos han desarrollado castañas huecas, y a todo ello se suma el avanzado estado de abandono del castañar por parte de los agricultores y los crecientes costos en la recogida del fruto, que este año se han visto incrementados por la temprana caída de la hoja.

Los datos de este técnico se ven avalados por la información que aporta Tomás Martín, presidente de la Cooperativa Castañera Serrana, que tiene su sede en Galaroza. "Nosotros hemos recogido este año cien mil kilos, cuando en una campaña normal se llegan a superar los ochocientos mil kilos", explica.

Según este agricultor, el estado de los árboles es pésimo, muchas explotaciones están abandonadas porque los árboles requieren mucho mantenimiento, y muy costoso. "Además, los precios que se barajan son muy bajos, y esta campaña ha sido muy escasa", comenta.

El responsable de la cooperativa castañera apunta a que en la primavera pasada hubo unos días de frío excesivo, que afectaron a la flor del castaño negativamente. Además, en el mes de septiembre, cuando la castaña se encontraba casi formada, se produjeron muchas lluvias, que fueron seguidas de altas temperaturas. "Esto ha facilitado la aparición de hongos, y la caída precipitada de las hojas y de las castañas antes de que terminen de formarse".

Esta escasez no es exclusiva de la Sierra onubense, como comenta Tomás Martín, sino que también se ha dado en la Serranía de Ronda, en Galicia, Portugal y en Italia, donde las cosechas han sido mucho menores que en años anteriores. Esto ha tenido el efecto del incremento en los precios, pero de forma leve, tanto que no ha solucionado el incremento de los costes de recogida. De hecho, si este año se ha alcanzado un precio de 1,40 euros el kilo, los costes han llegado a 1,70 euros por kilo recogido.

Ante la situación penosa de este año, desde Castañera Serrana se pide a la Administración andaluza que cumpla sus compromisos anteriores, como las ayudas agroambientales de la castaña ecológica, que los agricultores llevan tres años esperando cobrar, o las ayudas para el mantenimiento del castañar, que se solicitaron en octubre y de las que aún no tienen noticias sus destinatarios.

Para Diego Diajara, la solución pasaría por injertar con otras variedades más polinizadoras, y que se llevara un riguroso control de esa polinización.

"Se han hecho comprobaciones en distintas pruebas, que y han demostrado que la variedad del Barranco de los Nogales es muy polinizadora, y se recomienda desde la Oficina de Regadíos a los agricultores que injerten con esta variedad. Pero nadie quiere invertir esfuerzos y más dinero en el castañar, están muy desencantados", comentó.

Además, este técnico explica que la Diputación Provincial de Huelva y la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía tienen un programa en marcha que comenzó en mayo y durará cinco años, destinado a introducir variedades no híbridas en el castañar autóctono, para estudiar su comportamiento. De esta experiencia se espera sacar conclusiones que ayuden a obtener información sobre las variedades que aportan mayor valor al castañar.

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