Los productores onubenses de cítricos están en alerta ante la caída del precio de la naranja, que se ha producido por la saturación de los mercados. Ayer en una reunión en la Delegación Provincial del Gobierno andaluz en Huelva, productores y administración coincidieron en que la crisis es "coyuntural" y que el incremento del consumo puede ayudar a hacer frente a esta situación.

Una serie de parámetros se han venido sumando en las últimas semanas para dar lugar a esta situación crítica que la provincia de Huelva, de momento, parece estar esquivando. Según explicó ayer el presidente de la Asociación de Citricultores de Huelva, Lorenzo Reyes, la provincia comenzó con normalidad la primera parte de la temporada, extratemprana, y ahora se ha producido un parón porque las variedades que se comercializan en esta etapa del año son minoritarias en los campos onubenses. Representan no más del 10% de la producción total, "un valor residual", valoró el presidente de los citricultores.

Reyes explicó que el problema para los citricultores onubenses vendría si en quince o veinte días la situación se mantiene ya que es a finales de mes cuando empezará de nuevo la recolección del resto de variedades. Este subrayó que las condiciones climatológicas de la provincia y el buen criterio de los productores onubenses al huir de las variedades tradicionales diversificando la producción están evitando en buena medida las repercusiones de esta crisis en el sector de la provincia.

El cúmulo de circunstancias que se han sumado en este crisis es tan variado como el hecho de que la media de consumo a nivel nacional es de 97 kilos por año mientras que en Andalucía esta media baja a 79-80 kilos por año, según los datos facilitados por el director general de Planificación de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta, Rafael Martín, Así que dijo que hay seguir insistiendo en los beneficios que el consumo de fruta fresca tiene para los ciudadanos. A esto se suma que la interprofesional del sector este año no ha sido capaz de poner de acuerdo a sus integrantes para llevar a cabo la campaña de promoción sobre el consumo como ha venido haciendo en años anteriores. También es habitual que en esta época del año se sature el mercado por un exceso de producción, procedente fundamentalmente de la Comunidad Valenciana, que es la primera productora de cítricos y que cuenta mayoritariamente con las variedades que se recolectan en estos meses. Tanto que en algunos municipios las variedades que están colapsando el mercado representan el 90% de la producción. Una situación parecida se está produciendo en algunas zonas de producción situadas en el Valle del Guadalquivir, principalmente en la provincia de Sevilla.

A esto se suma el hecho de que las ayudas a la producción que se destina a industria también se han reducido notablemente, lo que hace que la recolección deje de ser rentable.

Además ha bajado el calibre de la fruta lo que hace que sea poco atractiva para los mercados y si en otras ocasiones estas piezas se han destinado a la industria, en estos momentos la cuantía de las ayudas hacen que el productor busque otras alternativas.

En términos económicos, esta crisis se traduce en que si los productores empezaron a recibir entre 30 y 35 céntimos por kilo de naranja en estos momentos el precio se ha reducido, quedándose el kilo entre 10 y 12 céntimos, aunque el consumidor está pagando lo mismo. Y la fruta con destino a industria no se paga por encima de los 9 céntimos de euros, lo que ha hecho que algunos productores valencianos y sevillanos estén optando por dejar la fruta en el árbol porque el precio no da ni para cubrir costes.

En la reunión de ayer, además del presidente de la Asociación de Citricultores de Huelva, estuvieron representantes de Asaja-Huelva, Coag, Upa y Faeca.