Provincia

Condado-Campiña cierra a expensas de que se asuma la deuda

  • Ha pactado con sus trabajadores el finiquito por valor de 250.000 euros

La Mancomunidad Condado-Campiña procedía ayer a la liquidación de sus cuentas en un desangelado Pleno extraordinario, quedando ya sólo a expensas de que sus 'retoños', de forma escalonada, vayan abandonado el ente supramunicipal, el cual arrastra una deuda de 812.000 euros. La sesión plenaria se celebró tras muchos meses, incluso años, de inactividad.

La sala capitular de la Mancomunidad de Aguas del Condado, que comparte sede y órgano directivo con Condado-Campiña, fue el escenario donde se procedió a dar cuenta y lectura de la situación económica tras el pertinente reparto solidario de las miserias y las obligaciones contraídas con trabajadores y proveedores.

El carácter de mero trámite quedó de manifiesto en la ausencia de los principales 'espadas' de la política local, quienes no tenían ningún interés en ser retratados en el acto de sepultura de semejante mastodonte orgánico, cuyos gastos de sepelio les arañará un mínimo de más 28.000 euros, a lo que habrá que sumar las cuotas que hasta el ejercicio 2008 tuviesen atrasadas.

En el silencio propio de un velatorio los ediles socialistas se mostraban reticentes a concretar o analizar los motivos que han llevado a una entidad, que contó en su nacimiento con el respaldo económico y social de 18 ayuntamientos, a una situación de quiebra. Para más inri la insostenibilidad del ente supramunicipal era un secreto a voces, como demuestra el hecho de que todos, sin distinción, coincidieran en señalar que la decisión adoptada era la opción menos mala. El alcalde de Manzanilla, Cristóbal Carrillo, de forma escueta sintetizó el pesar de los pueblos por tener que abordar la eutanasia a un paciente ya moribundo desde hacía años.

Tiempo atrás los responsables municipales culpaban a "la falta de solidaridad y compromiso" como los detonantes de la insostenibilidad del proyecto, si bien en estos "duros momentos" nadie quería acusar a los compañeros de partido como responsables del fracaso. De hecho, sólo cuatro municipios, de los 15 que finalmente se mantuvieron hasta el final de la aventura, se encontraban al día en los pagos: Almonte, Hinojos, Bollullos y Manzanilla, mientras que el resto habían dejado de abonar las cuotas anuales y, lo que es más preocupante, perdido la fe en la utilidad del invento.

El único alcalde bajo las siglas de IU, Manuel Naranjo, declinó la posibilidad de hacer leña del árbol caído y repartió culpas aseverando que "la entidad ha funcionado mal desde sus inicios y ahora todos debemos ser responsables solidarios de la deuda contraída".

Tras la sesión de ayer y conforme las corporaciones abonen las cuantías que dan derecho a desertar de la Mancomunidad, ésta se preparará para su disolución definitiva, si bien algunos Ayuntamientos pedirán una moratoria para hacer efectivo dicho pago. Es el caso de Bollullos, pues su alcalde Francisco Díaz ya comunicó que "la aportación económica la haremos efectiva con cargo a los presupuestos del 2009, dado que para este ejercicio no existe asignación presupuestaria para tal fin".

Lo que no habrá que lamentar serán problemas sociales dado que según los socialistas los trabajadores han aceptado las condiciones para su finiquito, para lo cual se ha destinado una partida de 250.000 euros.

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