Mancomunidad

Condado-Campiña deberá sufragar 812.000 euros antes de desaparecer

  • El Pleno de la Mancomunidad se reúne hoy para debatir una situación que creará tensiones · Bollullos acordó ayer abandonar y aunque el PSOE se abstuvo en la votación, reconoció que es lo mejor

La disolución de la Mancomunidad Condado-Campiña, conocida como la de caminos, tiene sus horas contadas y hoy mismo está previsto que se le practique la extremaunción en una sesión extraordinaria que se presume tensa y que va a tener que superar importantes escollos antes de que al 'cadáver' pueda dársele cumplida sepultura.

El pasado verano las corporaciones locales aprobaron una por una su disolución, de forma que ahora les restaba aprobar este penúltimo trámite con el que quedar totalmente desligados del ente supramunicipal.

No obstante los 812.000 euros de deuda que arrastra la entidad amenazan con enconar un debate pues todas las partes pretenden quitarse el muerto de encima, si bien existen discrepancias sobre la factura que corresponderá a cada 'doliente'. Los alcaldes, en nombre de los municipios, acordaron, no sin encendidas discrepancias, el reparto de las 'miserias' y en éstas ataron todos los cabos sobre la factura que tendría que abonar cada cual: las anualidades pendientes de pago más 28.000 euros. Cifra resultante de dividir la deuda global entre los municipios que continúan conformando la entidad, una vez que todas las corporaciones hubiesen satisfecho sus pagos atrasados y se hubiesen puesto al día.

De cara al sepelio los socialistas habían proyectado el más sepulcral de los silencios. El problema radica en el nuevo actor que ha irrumpido en escena, el cual amenaza con romper la baraja y hacer pública su negativa a cargar con la parte del muerto que le corresponde. Hablamos del Ayuntamiento de Bollullos, que ayer aprobó en un Pleno extraordinario y de urgencia la salida de la entidad. Una decisión que entraba dentro del guión y que no tendría mayores connotaciones si no fuese por su oposición a "pagar el pato".

Para el portavoz del PP, Francisco Martín, es "indignante" que a Bollullos se le reclamen 28.000 euros para finiquitar los "despropósitos de un ente gobernado desde sus cimientos por los socialistas", pues "las deudas han sido contraídas como consecuencia de los impagos del resto de municipios". El edil dice que no es coherente que ahora "se nos exija esta contribución, máxime después de ser uno de los 4 ayuntamientos que estamos al día en el pago".

Para más inri, Martín apunta que existe un dato que pondría al descubierto los "desmanes económicos de una entidad, articulada para beneficiar a sus propios afines", como comportaría el hecho de que se haya generado una deuda con UGT por valor de 3.000 euros, "cuando habrían de ser los trabajadores, por voluntad propia, quienes abonaran las cuotas de afiliación y nunca la propia entidad". Este revelador dato es tan sólo uno más de la larga retahíla de despropósitos que, según el edil popular, sustentaría sus críticas sobre el pago de los gastos "que han creado los alcaldes socialistas durante sus 20 años de gobierno". En este sentido acusa "a su anterior presidente y concejal de Agricultura de Bollullos, Antonio José Carrellán, y a Carlos Sánchez, como los gestores y artífices de haber llevado a la ruina al órgano supramunicipal".

Los populares han desvelado que la entidad mantiene 250.000 euros de deuda en concepto de seguridad social y 57.000 en IRPF. Igualmente con motivo de la liquidación se recoge una partida de 250.000 euros en concepto de indemnización para los trabajadores, si bien se contempla la posibilidad de rebajar la aportación si los ayuntamientos asumen los derechos del personal y los suman a sus plantillas municipales.

Los socialistas, quienes se abstuvieron en la votación, señalaron que fueron ellos quienes aconsejaron al equipo de Gobierno el abandono de la entidad, previo abono de "la parte proporcional de la deuda contraída". Precisamente ésta fue la postura defendida en la cámara local por el portavoz socialista y actual presidente de la Mancomunidad, Carlos Sánchez, quien recalcó la idoneidad de finiquitar las cuentas y achacó el fracaso del proyecto a la falta de compromiso por parte de ciertas corporaciones locales "que no contribuyeron económicamente a su sostenimiento". Sánchez también lanzó un aviso a navegantes señalando que quienes no cumplan estas obligaciones económicas no podrán abandonar el barco y tendrán que asumir su gestión y los derechos y obligaciones que continúe acarreando la misma.

Para los andalucistas la hecatombe a la que se asomaba la Mancomunidad era un secreto a voces como consecuencia del "despilfarro" del que hacían gala los socialistas y por convertir su órgano "en un instrumento al servicio de la contratación para sus acólitos y con ello pagar la nómina de concejales que no podían ser liberados con cargo a las arcas municipales". Una denuncia del propio alcalde de Niebla, Francisco Viejo, fue premonitoria al sustentar su insostenibilidad en el hecho de que "hubiesen más jefes que indios".

Siempre de forma extraoficial algunos ediles socialistas hacen autocrítica y reconocen con reservas la "entelequia" de formar una Mancomunidad con un ámbito competencial tan difuso y escueto como los arreglos de caminos rurales, una labor que, a la postre, debía de haber afrontado la Diputación Provincial, como institución competente y con recursos.

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