Provincia

La reindustrialización de la Cuenca Minera se tambalea

  • La crisis ha puesto en entredicho los proyectos de diversificación económica tras la caída de la actividad minera · Las empresas implantadas en la comarca superan a duras pena la prueba

La Cuenca Minera ha desenterrado el hacha y está en pie de guerra. La reindustrialización y diversificación económica tras el cese de la actividad minera y la desaparición de este monocultivo han fracasado. Las alternativas para crear nuevos puestos de trabajo en la comarca apenas han funcionado y las industrias que se instalaron no han cesado de tener problemas salvo en los momentos iniciales. Las dificultades por las que han y están atravesando, una tras otra, se han traducido en el impago de salarios en unos casos, en el despido temporal de trabajadores, en amenazas de planes de regulación de empleo, concurso de acreedores (antes suspensión de pagos) y en el cese provisional de la actividad, en otros.

Desde que se asentaron estas empresas en esta zona considerada de acción especial los problemas se han ido sucediendo y lo que inicialmente parecía que iba a constituir una gallina de los huevos de oro se ha convertido en una decepción. La situación financiera internacional ha contribuido a ahondar la crisis en la que se encuentra inmersa otra vez la Cuenca Minera.

La situación actual, con unos índices de paro del 50% de la población activa, según datos facilitados por UGT que corroboran desde distintas instancias, ha motivado la constitución de la Plataforma por el Desarrollo de la Cuenca Minera que integran centrales sindicales, administraciones locales, agentes sociales y diversos colectivos para llamar la atención de la Junta de Andalucía y del Gobierno central sobre el abandono al que está sometido está comarca y el reiterado incumplimiento de las promesas de reindustrialización, diversificación, creación de empleo y generación de riqueza. El aislamiento al que está sujeto la zona ha provocado también que muchos proyectos previstos se hayan vuelto inviable por las deficientes infraestructuras de transporte.

El desdoble de la carretera N-435 (San Juan del Puerto-Badajoz) y la A-461 (El Campillo-Santa Olalla del Cala) es una de las reinvindicaciones de las poblaciones mineras conscientes de que sin estas vías de comunicación el desarrollo va a ser harto difícil. La falta de infraestructuras adecuadas está haciendo mella en las empresas, más aún con la coyuntura económica negativa actual. Los costes de las mayoría de ellas han experimentado un incremento debido a que el transporte resulta más caro por su alejamiento y difícil acceso a los puntos de distribución.

Otro aspecto que está incidiendo negativamente en los resultados de estas industrias es la subida del precio del petróleo, la principal materia prima que utilizan algunas de ellas en la fabricación de los productos que venden: plásticos. Y es que buena parte de las empresas que llegaron a la Cuenca al hilo de los planes de industrialización tras los cierres de las minas se dedican a la producción de estos materiales.

Pero tanto éstas como las que realizan otras actividades productivas tienen un denominador común: un futuro incierto. Precisamente todo lo contrario de lo que vienen solicitando las poblaciones mineras. En la actualidad, tan sólo la empresa Geotexán no atraviesa por dificultades económicas. El Resto sí. Cada una a su manera.

Los empleados de Tubespa han recibido en los últimos días una buena noticia tras las acciones de protesta, asambleas y las reuniones mantenidas para impedir que Cajasol vendiera su participación en la empresa al grupo ALA Ingeniería y Obra e impedir así que pudiera producirse pérdida de puestos de trabajo. Finalmente la entidad bancaria ha dado marcha atrás y se quedará con el 99% de las acciones.

Felices se las prometían los empleados de Tubespa cuando ésta inició su actividad. Entonces eran una veintena y en poco tiempo se duplicó la plantilla hasta alcanzar después los 80 trabajadores que son los que tiene en estos momentos. Ahora el proceso ha amenazado con invertirse. De momento todo ha quedado paralizado. La crisis por la que atraviesan las entidades financieras llevó a la dirección de Cajasol a ordenar a las sucursales desprenderse de las participaciones que tiene en otras empresas para recuperar liquidez. La posible adquisición de Tubespa por parte no generó buenos augurios entre los empleados de ahí que demandaran la firma de un acuerdo para garantizar los puestos de trabajo.

Situación diferente pero igualmente problemática es la de la empresa Nature Pack. Participada hace tiempo también por Cajasol, fue adquirida por Global Consulting y trajo como consecuencia un expediente de regulación de empleo voluntario. El número de trabajadores pasó de unos cien a sesenta, que son los actuales. Pero recientemente Nature Pack ha sido adquirida por la empresa catalana Emcor que ya ha anunciado a los trabajadores que presentará un plan de viabilidad y los proyectos a llevar a cabo a partir de ahora. Global Consulting amenazó en presentar un ERE que finalmente no cuajó. La incertidumbre ha vuelto ahora entre la plantilla, porque además la actividad es escasa y se encuentra en una parada técnica con sólo labores de mantenimiento para no generar gastos.

Nature Pack se dedica a la fabricación de embalajes de plástico pero con la crisis los clientes prefieren ahora los de cartón que son más baratos por lo que ha visto cómo la demanda y las ventas se han reducido. Compás de espera pues para esta empresa.

Fruto del futuro negro que se cierne sobre la comarca, los trabajadores culpan a las administraciones de abandonar a su suerte la zona y aseguran que en vez de fomentar la creación de puestos de trabajo se ha producido un retroceso.

Otro caso es el Río Tinto Fruit, donde los trabajadores han visto cómo en distintas épocas se han ido reduciendo las jornadas laborales, ya que se ha trasladado fruta hasta Valencia para ser manipulada allí ante la imposibilidad de hacerlo en las instalaciones de la Cuenca Minera al tratarse naranjas ecológicas. La incertidumbre también planea sobre esta empresa señera en la comarca como alternativa a la actividad minera hace ya uno cuantos años.

Problemas arrastra también la empresa Nerva Croissant desde hace meses. Su trabajadoras iniciaron el pasado mes de octubre un huelga indefinida por el impago reiterados de sus nóminas, ya que han estado sin cobrar desde el pasado mes de julio ni tampoco los finiquitos de los despidos llevados a cabo. Finalmente hace unos días, la compañía saldó con las empleadas los salarios del mes de agosto y se comprometió a crear un calendario de pagos para estar al días estas navidades. Las trabajadoras esperan que se cumpla el calendario y que la empresa pague los meses de septiembre, del que sólo han cobrado 50 euros, y el de octubre.

Geotexán es la única empresa que se 'salva de la quema. Su único problema es el alto precio del petróleo, la principal materia prima para la fabricación de la fibra que comercializa. En este caso la plantilla de trabajadores, unos cuarenta, se ha mantenido estable desde que abrió las puertas. Geotexán forma parte de GEA 21 un grupo de empresas del sector de la construcción que emplea la fibra de polipropileno (geotextil) en autovías y otras comunicaciones por carretera, para evitar que se formen bolsas de agua, y en impermeabilizar obras como el metro de Sevilla. Sin embargo, la compañía no es ajena a la situación de crisis generalizada y asegura que en condiciones normales habría el doble o el triple de trabajo que el actual.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios