Vecinos de La Antilla han mostrado su sorpresa tras conocer que dicha playa lepera es este verano candidata, por segundo año consecutivo, a ser la más accesible de España para personas con discapacidad. Una iniciativa que forma parte de la tercera edición del concurso La Playa Accesible de los Fans, donde la playa lepera fue ya nominada en la pasada edición como la más accesible de Andalucía y segunda de España.

Y es que para Pablo Núñez, residente en dicha playa lepera, su hijo de 12 años con una parálisis cerebral que le obliga a desplazarse en silla de ruedas "lleva años sufriendo los atentados arquitectónicos que se perpetran" contra el colectivo afectado.

Es por ello por lo que Núñez señala que "aquellos que son capaces de hacer una petición para premiar esta playa como accesible, seguro que no tienen que utilizar una silla de ruedas y pasear por sus calles, carentes de rampas en las aceras". Un tema que incluso considera "un riesgo para la integridad física de estas personas, cuyo único fin es pasear como cualquier otra".

Además, este padre de un menor con discapacidad lamenta que el acceso a la playa "es viable por contados lugares, habiendo suprimido el Ayuntamiento de Lepe pasarelas en lugares donde antes las había y por donde podía llevar a mi hijo". "Ahora estamos esclavizados a pasar por donde el Consistorio estime oportuno -prosigue- y no por donde nos resulta más cerca de nuestra casa".

Otro de los elementos que critica Núñez es el aparcamiento para personas con discapacidad que el Ayuntamiento ha instalado bajo el bloque de viviendas en el que reside, cuyo ancho "no llega a 2,15 metros, cuando lo establecido por la normativa para que una persona con discapacidad pueda salir del coche es entre 3,60x5 metros, según la Dirección General de Tráfico".

Finalmente, califican de "chapuza" la solución que les han dado, consistente en "pintar la acera". Por estas razones concluye que "no se pueden pisotear más los derechos de las personas con discapacidad", ya que, "por experiencia, puedo asegurar que es imposible que una persona con discapacidad, si logra aparcar teniendo otro vehículo estacionado a su izquierda, pueda salir de su coche".

Por su parte Manuel Millán, también residente en La Antilla, ha señalado que en el caso concreto del aparcamiento para personas con discapacidad ubicado junto a su vivienda, "llevamos desde junio del año pasado reclamando al Ayuntamiento que tenga las medidas establecidas por la ley. El año pasado no hicieron nada y este verano, tras volver a solicitarlo, lo que han hecho es ampliar una plaza de aparcamiento 40 centímetros por la izquierda, lo cual no llega a lo establecido legalmente, y poner una zona de transferencia por la derecha sobre una rampa de acceso a las viviendas, por la que no podría bajarse el conductor de un vehículo, y menos si es discapacitado".

Por otra parte también lamenta que se pida para La Antilla un premio por su accesibilidad para personas con discapacidad, cuando "supone toda una odisea pasear en silla de ruedas sin rampas en las aceras y con éstas llenas de todo tipo de obstáculos, como por ejemplo alcorques y árboles". Además, concluye, el acceso a la playa "es casi imposible para un discapacitado porque hay muy pocas pasarelas de acceso adaptadas".