El delegado de la Junta en Huelva, Francisco José Romero, lamentó la situación de los empleados de la mina de Aguablanca, situada en la localidad pacense de Monesterio, al tiempo que aseguró que espera que el desarrollo de la actividad minera en la provincia les permita "reincorporarse". Un centenar de trabajadores de este yacimiento han recibido su carta de despido y liquidación de contrato tras cumplirse el plazo máximo acordado por la empresa para firmar los despidos.

El depósito de níquel y cobre empleaba a familias de Monesterio, así como de Cala, Santa Olalla del Cala y la localidad sevillana El Real de la Jara. La empresa que explotaba la mina desde hace más de una década, Río Narcea, anunció el cese de la actividad y un ERE para los 163 empleados directos. Tras finalizar en 2015 la explotación a cielo abierto, la compañía pretendía alargar hasta 2019 su actividad trabajando el subsuelo. Para ello, solicitaron hace un año la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Según señaló Romero, el único papel que puede jugar la Junta en este asunto es el de intentar que "estas personas de Huelva puedan reincorporarse" en las "líneas de trabajo de la minería onubense", por lo que espera que "por su experiencia" puedan ser útiles para "futuros proyectos". El delegado reconoció que en la Junta tienen "una base importante de inversores" y ya "se han ofrecido contactos a estas empresas", si bien dejó claro que debe ser "el sector privado" el que determine "si es el momento de invertir".