Ningún niño de Nerva se quedará este verano sin una alimentación adecuada gracias al comedor social, impulsado hace dos años por el cura Servando Pedrero Lagares. Un año más, la financiación vuelve a cubrirse gracias a la obra social de una entidad financiera local y la sociedad Centro Cultural.

El comedor social escolar está dirigido a niños de entre 3 y 12 años pertenecientes a familias en grave riesgo de exclusión social y estará abierto mientras permanezca cerrado el comedor escolar del CEIP Maestro Rojas. El centro atenderá a alrededor de un centenar de niños cuyas familias tienen un seguimiento especial desde el Área de Políticas de Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Nerva.

Este año ha sido el nuevo cura de la localidad minera, José Ignacio Izquierdo, el que recibió de manos de los representantes de la entidad financiera los fondos del proyecto social para la puesta en marcha del comedor social por valor de 14.000 euros, en un acto celebrado en la Alcaldía de Nerva que contó con la presencia del primer edil, Domingo Domínguez, y la concejala de Políticas de Igualdad, Lola Ballester.

A esta cantidad hay que sumarle los 2.000 euros conseguidos por la sociedad Centro Cultural y el Ayuntamiento de Nerva gracias al éxito cosechado con la II Gala Benéfica de Exhibición Hípica, celebrada el pasado fin de semana en Marismillas, que contó con la colaboración del Centro Hípico Martín Moreno y distintas hermandades y colectivos locales.

En la gala hípica benéfica se dieron cita numerosos caballistas procedentes de distintos puntos de la geografía provincial, que exhibieron diferentes modalidades de equitación al numeroso público que llenaba el graderío del emblemático campo de fútbol. La novedad de esta edición vino marcada por las actuaciones musicales protagonizadas por varios artistas de la zona y otros tantos invitados, y la atracción de toro mecánico para los más pequeños.

Fue Lagares el que inició hace dos años una campaña de captación de fondos para mantener activo el comedor del colegio, con el único objetivo de ofrecer una dieta equilibrada a los niños cuyas familias no la pueden garantizar durante los meses de estío, en los que el comedor del colegio permanecería cerrado de no ser por la perseverancia con la que el cura-párroco de Nerva afrontó este reto.