Mismo modus operandi y mismas características del robo, aunque en esta ocasión, en vez de durante la madrugada, el autor o autores del mismo lo hicieron a plena luz del día. Así fue el nuevo robo perpetrado el pasado miércoles en una vivienda de Cartaya mientras su propietario dormía, en este caso la siesta.

Así lo ha puesto de manifiesto a Huelva Información José María Hernández, que regenta un bar en Cartaya y que vive con su padre, Joaquín Hernández (69 años), el cual fue víctima entre las 16:15 y las 17:00 del miércoles de un robo en la casa de la calle Uruguay número 22, en la que ambos residen. Los cacos actuaron mientras el segundo dormía la siesta en su dormitorio y el primero atendía a las labores de su establecimiento.

Según narró José María, el autor o autores del asalto entraron por el patio, tras lo cual forzaron la reja de la ventana que da acceso a la habitación. "Lo registraron y desvalijaron todo -aseguró- especialmente mi mesita de noche, y se llevaron un reloj y entre 800 y 900 euros que tenía en una cajita fuerte, la cual fue forzada, dinero que guardaba para pagar el alquiler de este mes al propietario del local donde tengo el bar".

También relató que llegaron a entrar en otra de las habitaciones de la vivienda, así como registraron la cartera de su padre, aunque ésta no contenía dinero, y que su padre no se enteró de nada porque "estaba durmiendo la siesta en su habitación y cuando escuchó ruidos extraños en la casa pensó que era yo". No obstante, señaló que "cuando se levantó pudo oír un portazo en la puerta principal de acceso a la casa y lo vio todo registrado, por lo que me llamó inmediatamente para contarme lo sucedido".

Joaquín Hernández avisó a la Policía Local de Cartaya, personándose en su domicilio varios agentes que realizaron una inspección ocular de lo sucedido, además de fotografías. Finalmente acudió al cuartel de la Guardia Civil de la localidad costera, donde interpuso la correspondiente denuncia.

"Quien entró en nuestra casa venía buscando dinero -afirmó José María- y sabía perfectamente que yo estaba en el bar y que mi padre a esa hora se echa todos los días una siesta".

Este robo viene precedido por otros dos de las mismas características que sucedieron también en Cartaya en solo tres días la pasada semana. En dichos asaltos, perpetrados en sendas viviendas de las calles Diputación Provincial y San Pedro, los autores también entraron por los patios, con los moradores durmiendo en ellas, aunque entonces de madrugada.