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El precio de la fresa se desploma un 73% por la ausencia de frío y una mayor oferta

  • El exceso de variedades extratempranas en el mercado reduce el valor de la fruta a solo 0,80 céntimos el kilo La cotización se recupera tras el inicio de la campaña

El precio de la fresa temprana de inicio de campaña se redujo hasta un 73% en relación a la campaña anterior. El exceso de variedades extratempranas y la competencia de la producción han sido factores determinantes del descenso.

Nadie duda ya de los efectos concretos que sobre determinados sectores económicos está teniendo ya el cambio climático, del que tanto se habló durante la cumbre que tuvo lugar el pasado mes de diciembre en París y en la que finalmente se alcanzó un acuerdo de mínimos para luchar contra el mismo a nivel internacional. La agricultura, por su directa relación con la climatología, podría ser uno de los más perjudicados y, de hecho, en Huelva, podrían estar ya incidiendo de manera directa las primeras consecuencias de dicho fenómeno.

Y es que la fresa onubense ha tenido que superar en las últimas semanas el primer bache de la presente campaña agrícola, en parte debido al clima, y más concretamente a la ausencia de frío del presente invierno, al que se sumaron otros factores que hicieron que el precio de la fresa, y en menor medida de la frambuesa, se derrumbasen alcanzando mínimos difícilmente comparables con los de otros inicio de campaña. Un hecho que ha sido calificado incluso como "desastroso" por algunos productores onubenses consultados por Huelva Información.

En cifras concretas, y a pesar del buen arranque de la campaña (entre noviembre y diciembre de 2015), entre la última semana de diciembre de 2015 y la primera del presente 2016, los precios cayeron en picado, situándose incluso por debajo de los costes de producción. Según los datos recabados por este periódico, el kilo de fresa en bruto se situó en los mercados a entre 80 céntimos y 1,1 euros (una media de 0,95 céntimos), mientras otros años por las mismas fechas ha oscilado entre tres y cuatro euros (una media de 3,5 euros). De ese precio bruto el agricultor solo ha percibido entre 40 y 60 céntimos de euro, quedándose el diferencial entre comisiones de intermediarios, transporte y envasado y embalaje de la fruta. Los ingresos estuvieron claramente por debajo del coste de producción, que ronda los 90 céntimos de euros por kilo de fresa.

A día de hoy, los precios brutos se han recuperado en cierta medida, oscilando entre los 1,8 y los 2 euros (quedando aproximadamente 1,25 euros para el productor), con lo cual se ha normalizado relativamente la situación, aunque no lo suficiente teniendo en cuenta que aún estamos en los inicios de la campaña.

Para Antonio Luis Martín González, productor onubense y representante de la Unión de pequeños Agricultores (UPA) en la provincia, los motivos de este hecho hay que buscarlos básicamente en el exceso de variedades extratempranas que se han plantado este año, sobre todo Splendor, Primoris, San Andreas o Fortuna de Maceta, y a las suaves temperaturas del presente invierno, en el que prácticamente hasta estos días no está haciendo algo de frío. "La producción se ha disparado, los mercados se han saturado, y el precio se ha venido abajo", sentencia Martín González.

A este hecho también se ha sumado, apunta el responsable provincial de UPA, la gran cantidad de fruta temprana que se está produciendo de forma paralela en Marruecos, donde se ha plantado igualmente mucha Fortuna de Maceta, entre otras variedades de producción adelantada.

A pesar de todo ello, este productor onubense augura para este año una "buena campaña", sobre todo en relación a las inmediatamente anteriores, porque en Huelva también se ha plantado una gran superficie de Primoris, una variedad que va a permitir regularizar el mercado gracias a su mayor vida postcosecha (entre 7 y 8 días), frente a otras variedades más tradicionales (entre 3 y 4 días), lo cual "va a permitir que se pueda exportar fruta, con una mucha mayor garantía de calidad, a destinos y mercados más alejados".

La Primoris es una variedad netamente onubense, cuya fresa es en la actualidad la más demandada por mercados tan importantes como el francés, ya que además de una vida útil más larga, contiene más grados bris y eso se traduce directamente en un mayor dulzor de la fruta.

Antonio Luis Marín también augura una buena campaña por la cada vez mayor diversificación de las producciones, que en términos cuantitativos y según los datos que maneja Freshuelva, se traduce en una reducción de la superficie plantada de fresa del 8,73 por ciento (el año pasado se plantaron 6.400 hectáreas y éste 5.860), frente al aumento del 25% de la superficie plantada del resto de frutos rojos: en frambuesa se ha pasado de 1.560 hectáreas en 2015 a 1.815 este año (un 16 por ciento más); en mora de 90 a 130 hectáreas (un incremento del 44 por ciento); y finalmente en arándano de 1.470 a 1.953 hectáreas (un 33% más). Aunque en el caso de éste último fruto hay que tener en cuenta que su producción comercial se inicia en el tercer año después de haber sido plantado por tratarse de un arbusto.

El responsable provincial de la UPA también augura que toda esta situación podría derivar, durante el transcurso de la presente campaña, en un problema añadido y derivado directamente de la "falta de mano de obra en momentos muy puntuales de misma. Se refiere Martín González concretamente a los meses de abril y marzo, cuando a su juicio "habrá que repartir la mano de obra al converger de forma paralela en el tiempo en el tiempo las máximas cotas de producción de distintos productos. En este sentido desde UPA se propone profundizar en el diálogo entre los sindicatos, las patronales y la Subdelegación del Gobierno, en la búsqueda de la mejor solución para todas las partes

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