La Delegación Provincial de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía ha suspendido cautelarmente la actividad de la cantera de Gibraleón donde la semana pasada falleció un operario de 51 años, y hace 16 meses, un joven de 19 mientras trabajaba en esas instalaciones.

Fuentes de la Consejería explicaron que la gravera El Campillo, ubicada en el término municipal de Gibraleón, está pendiente todavía del proceso judicial que arrojará el informe definitivo del primero de los accidentes con resultado de muerte.

No obstante, la Junta entiende que "ambos sucesos constatan que algo allí no funciona como es debido", por lo que ha procedido a clausurar provisionalmente su actividad.

El servicio de industrias y minas de la Consejería, así como la investigación judicial abierta, se encargarán de esclarecer los hechos, aunque habrá que esperar "algún tiempo" para conocer el resultado, según explicaron las mismas fuentes .

De todas formas, la Policía Judicial, la Inspección de Trabajo y el sindicato UGT investigan las causas de la muerte del trabajador de 51 años, de nacionalidad rumana, que falleció el pasado jueves en la cantera situada en la carretera que une la localidad onubense con San Bartolomé de la Torre.

El secretario general de la Federación de Construcción, Metales y Afines del sindicto UGT-Huelva, Sebastián Donaire, señaló que la federación se encuentra a la espera que la Inspección de Trabajo realice "las pesquisas necesarias para saber cómo ocurrió y por qué ocurrió el accidente".

Donaire añadió que tanto la Policía Judicial de Huelva como la Inspección de Trabajo están recopilando las pruebas del lugar del suceso, junto con las declaraciones de los compañeros de trabajo para "determinar si el accidente se produjo por falta de seguridad, por imprudencia o por falta de medios".

En estos momentos, "hay que esperar que todo se aclare", indicó Donaire y tras ello, "se delimitarán las responsabilidades oportunas".

El último de los accidentes se produjo a primeras horas de la tarde cuando el trabajador rumano estaba manipulando una de las máquinas de la cantera. El accidente laboral, que resultó mortal, se produjo cuando la máquina se cerró mecánicamente y atrapó al obrero por el cuello cuasándoles una herida que resultó ser mortal.