Andalucía

Jonathan Moya, culpable del asesinato y rapto de la bebé

  • El jurado popular considera probado por unanimidad que el único acusado por la muerte de la niña onubense la golpeó repetidamente y posteriormente la asfixió con papel 'film'.

El jurado lo tenía claro. Aunque los abogados apuntaban que la confección del veredicto contra Jonathan Moya sería larga y dificultosa, no fue necesario ni un día para que éste fuese declarado culpable del rapto y asesinato de la bebé onubense de 16 meses Miriam Cuerda. Los miembros del jurado, por unanimidad, declararon probados todos los hechos incluidos en el objeto del veredicto que les entregó el lunes el magistrado Luis Durbán y sellaron la suerte del acusado.

En lo relativo al delito de asesinato, el jurado popular considera probado que Jonathan Moya "quitó la vida intencionadamente" a la niña aprovechando que ésta "no podía defenderse" por su corta edad. Asimismo, señalan que el joven de 28 años "golpeó en reiteradas ocasiones con fuerza" la cabeza de la pequeña con un objeto "contundente y plano", lo que, según el informe de la forense, le provocó un traumatismo cráneoencefálico con policontusiones".

"No sólo la golpeó en repetidas ocasiones, sino que, lejos de auxiliarla, la envolvió con papel film transparente para asfixiarla", aprovechándose de nuevo de la diferencia de edad entre ambos.

En el veredicto se apunta que se considera a Moya como único autor de la muerte de Miriam, de acuerdo a la autopsia y porque sus huellas fueron encontradas en el papel film, en varias tazas y vasos ubicados en el cortijo en el que permaneció oculto con la niña durante cinco días, así como que su ADN estaba en el cadáver de la menor.

En cuanto a la detención ilegal, el jurado dice que se produjo "siguiendo un plan preconcebido", de forma que "privó de libertad intencionadamente" a Miriam, "en contra de la voluntad de la madre, durante más de cuatro días". En este sentido, recuerdan que Gema María Cuerda, madre de la bebé, manifestó que Jonathan Moya se la llevó sin su consentimiento, por lo que tuvo que interponer una denuncia contra él ante la Guardia Civil.

Asimismo, la progenitora de Miriam intentó hablar en varias ocasiones con el procesado tras el rapto, sin éxito, por lo que el hermano de ésta tuvo que conversar con Moya por teléfono hasta en tres ocasiones solicitándole que devolviese a la niña, cosa que también hizo la expareja del secuestrador y asesino, sin que éste la entregase.

Además, el jurado ha tenido en cuenta para afirmar que existió un "plan preconcebido" el testimonio de un familiar de Gema María Cuerda, que relató cómo Jonathan Moya, mientras ambos consumían heroína, le dijo que la mujer debería tener "cuidado porque alguien podría llevarse a su hija, vender sus órganos y dejarla en una cuneta", y el hecho de que tras recogerla en Guadix, "condujo por vías secundarias para desorientarla" y que él mismo reconoció que "quería darle un susto" y que un tercero le había propuesto llevarse a la niña con "fines económicos".

El jurado se ha mostrado desfavorable a un posible indulto o suspensión de la pena, mientras que el fiscal, David Calvo, elevó a definitiva su petición de 26 años de prisión por los delitos de asesinato y detención ilegal de la niña. Julián Cazorla, abogado de la acusación por parte de Gema María Cuerda, mantuvo su solicitud de 29 años, al aplicar el agravante de alevosía en el delito de detención ilegal.

El abogado de la defensa, José Ramón Cantalejo, interesó que le fuesen impuestas a su patrocinado las penas mínimas contempladas por la ley, "teniendo en cuenta su falta de antecedentes violentos y su edad, ya que serían suficientes años para que pueda reintegrarse en la sociedad arrepentido", y pidió que se le declarase insolvente.

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