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Doñana "vuelve a estar asediada por amenazas externas"

  • El director de la Estación Biológica alerta de peligros como la reapertura de la mina de Aznalcóllar

Juan José Negro, director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), organismo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), fundador de este espacio protegido hace ahora medio siglo, advierte de que Doñana "vuelve a estar asediada" por amenazas externas: considera que este ecosistema, reconocido con prestigiosos galardones como Reserva de la Biosfera o Patrimonio de la Humanidad, soporta la amenaza de proyectos como la reapertura de la mina de Aznalcóllar, el dragado del Guadalquivir, la sobreexplotación del acuífero o el almacenamiento subterráneo de gas.

En su opinión, la mina da Aznalcóllar, que en 1998 causó la mayor catástrofe ambiental de Andalucía al romperse su balsa de residuos tóxicos, supone una amenaza "preocupante" para Doñana porque se ubica aguas arriba del río Guadiamar, principal afluente de este ecosistema y porque en la actividad minera no existe el riesgo cero "y nadie puede garantizar que no vaya a haber otro desastre".

"Aunque prometan que será una mina en galería subterránea, tendrá que utilizar agua, con lo que siempre existirá riesgo de vertido al Guadiamar", apuntó Negro, quien añadió que, además este río se ha conectado recientemente con el corazón de Doñana, tras liberarse el Caño Travieso, por lo que otra riada tóxica "entraría en tromba en el corazón de las marismas".

Para este científico también es preocupante que no se haya facilitado información alguna del plan de explotación de esta mina, cuyo debate en el Consejo de Participación de Doñana considera "obligado".

Respecto al dragado del Guadalquivir para permitir la navegación de barcos de mayor calado, el rechazo del la EBD es contundente porque así lo desaconsejó un reciente estudio de científicos del CSIC de gran prestigio cuyo coste millonario, según recordó Negro, "se sufragó con fondos públicos".

"Si este informe alerta de que el río se está muriendo cómo vamos a pensar en aumentar la navegación de barcos; si el río se muere, Doñana se va a infectar", apostilló.

Sobre el acuífero subterráneo de Doñana, el director de la EBD teme que esté sobrexplotado por los crecientes cultivos que rodean este espacio protegido, regados algunos con pozos ilegales y advirtió de que este crecimiento agrícola incontrolado puede ser insostenible en pocos años.

También se refirió a la amenaza que suponen las reinyecciones que Gas Natural realiza en pozos explotados hace décadas, algunos de ellos ubicados ahora en zona de máxima protección ambiental, porque "el más elemental principio de prudencia aconseja no acometerlos hasta no conocer sus potencial peligrosidad".

Para el responsable de la EBD, estas amenazas contrastan con el "aceptable estado de conservación" que mantiene el interior de este ecosistema.

Con todo, Negro indicó que la reciente visita a Doñana de técnicos de la Unesco "no ha sido una visita rutinaria", pues ha respondido a denuncias sobre deficiencias en la conservación de este "santuario de la naturaleza" y puede comprometer el mantenimiento del distintivo de Patrimonio de la Humanidad. "Doñana es un santuario de la naturaleza cuya protección merece la pena, no solo por cuestiones ambientales sino porque es social y económicamente muy positiva; es una de las primeras empresas de Huelva y aporta un valor añadido muchas veces superior al de actividades económicas tradicionales", apostilló.

También lamentó que la inversión en conservación e investigación en Doñana haya "caído en picado" los últimos años, como consecuencia de la crisis y denunció que "se ha detenido la recuperación y conservación de ecosistemas", así como el seguimiento científico de este espacio protegido por la desaparición de la inversión de la Junta de Andalucía pese a ser "un privilegiado observatorio para el seguimiento y la reacción del cambio climático".

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