El carnaval de Aracena entra de lleno en su segundo fin de semana con la gran fiesta en la calle y una de las participaciones más multitudinarias durante el año festivo local.

La celebración en la calle comenzó en la tarde de ayer con el carnaval infantil que, un año más, sorprendió por la concentración de niños y jóvenes en familia, curiosos y, en definitiva, el ambiente carnavalero con las agrupaciones locales.

El punto de partida fue el Paseo, desde el cual recorrieron el centro del pueblo en dirección hacia el pabellón ferial Ciudad de Aracena. Bonitas y curiosas estampas se vivieron en la Avenida Reina de los Ángeles, justo antes de la entrada al recinto, repleta de jóvenes disfrazados. En el pabellón se celebraron muchas actividades dirigidas a los chavales.

El día grande será hoy sábado, con el desfile de carnaval desde las ocho de la tarde, previa concentración en la Plaza de Santa Catalina (Ayuntamiento). Desde ahí se vivirá la bajada por el itinerario habitual, que recorrerá todo el centro con el acompañamiento musical de charangas, novedad este año, y la diversión de una marea humana compuesta por vecinos de Aracena, de todas las edades, y muchos llegados de otros pueblos y zonas cercanas.

Sin duda los jóvenes en su calendario festivo en Aracena tienen subrayado en rojo este día de carnaval junto a la feria de agosto y feria del jamón.

La entrada en el pabellón, destino del desfile, será gratuita. Se prohibirá a los participantes que usen vasos de cristal y otros utensilios que puedan provocar posibles altercados dentro del pabellón, donde habrá música hasta las seis de la mañana con la orquesta Sinfonía y DJ Mawi Sound, y a las siete se cerrará el pabellón. Durante el baile de piñatas habrá premios para el mejor disfraz masculino y femenino.

Mañana concluirá el carnaval aracenense con una convivencia entre vecinos y agrupaciones, con la quema de la cebolla como elemento simbólico de Aracena en el recinto ferial a las cinco de la tarde. Desde la una del mediodía habrá una degustación de un guiso entre todos los presentes.

Como novedad se recupera la tradición del premio al mejor disfraz de viuda. La quema de la cebolla es un acto que no concentra tanta presencia de público como otros actos carnavaleros, aunque ha ido ganando peso en los últimos años. La mayoría de los asistentes son integrantes de las diversas murgas locales.

En el pabellón ferial estos días el servicio del bar es para beneficio de la Hermandad de la Soledad de Aracena. Es habitual cada año que una hermandad de penitencia local se haga cargo esta fiesta para sufragar así parte de sus proyectos.