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Medio Ambiente da luz verde a una planta de tratamiento de aguas de Repsol

  • El grupo depurará en ella las aguas de formación procedentes de la extracción de gas en el yacimiento Poseidón Después serán vertidas al mar a través del emisario del núcleo costero

Repsol prevé construir una planta de tratamiento en Mazagón para depurar las aguas de formación que se extraen junto al gas natural del yacimiento Poseidón, situado frente al núcleo costero y en explotación desde 1997. La empresa la edificará en el mismo recinto en el que tiene actualmente su planta de tratamiento de gas, para trasladar por caminos forestales el agua filtrada y después verterla al mar a través del emisario de la actual depuradora de Mazagón. Acaba de recibir el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente para ello: el departamento de Isabel García Tejerina considera que esta instalación no necesita seguir un procedimiento de Declaración de Impacto Ambiental por no preverse impactos adversos significativos. El proyecto solventará una cuestión pendiente para la explotación, que generó una fuerte polémica hace unos meses por el tratamiento de estas aguas en depuradoras urbanas con denuncia ecologista ante el Seprona incluida.

Las aguas de formación son de origen geológico, originadas por intrusión marina en el yacimiento de gas natural, y se extraen junto a él. Son fundamentalmente salinas, con bajas concentraciones de hidrocarburos. Según la descripción del proyecto, el proceso de extracción de gas natural "no requiere inyección de aditivos otras sustancias en el yacimiento para su producción", por lo que las aguas son de origen natural.

No obstante, requieren de un proceso de depuración a juicio de la Administración. En un primer momento, en 2011, Repsol solicitó el vertido de las aguas directamente en el emisario de Mazagón, algo que fue rechazado por la Junta de Andalucía al considerar que estas aguas debían refinarse. Hasta enero de 2012 se llevaron a la estación depuradora de aguas residuales de Matalascañas y después, hasta mayo de 2013, se transportaban mediante camiones cisterna a la EDAR de Huelva. En la actualidad, el tratamiento no está siendo necesario: el campo de gas está compuesto de siete yacimientos separados e independientes con sólo uno en explotación que al haber iniciado su producción recientemente no requiere aún del proceso de depuración (las aguas de formación aparecen tras un tiempo de funcionamiento del depósito). Para cuando vuelva a extraerse este líquido añadido, debería ir a la depuradora propia de Repsol.

La planta tendrá una capacidad de procesamiento de agua bruta de hasta 1.200 metros cúbicos diarios, a los que se aplicará un tratamiento físico-químico con cinco etapas. Tras él será enviado a través de caminos y carretera a la EDAR de Mazagón, para verterlas por el emisario. Según los cálculos de la empresa, será necesario un máximo de 48 camiones de 25 metros cúbicos cada uno al día, después de descartar la construcción de un acueducto de 4,20 kilómetros para transportar el agua que hubiera supuesto un mayor impacto (y se hubiera encontrado con problemas ambientales al transcurrir por el límite del Espacio Natural de Doñana). Sin acueducto, el proyecto queda cerca pero no dentro de espacios naturales protegidos. Además, remarca la resolución de Medio Ambiente, al construirse la planta dentro de la instalación ya existente el impacto queda reducido.

Tras obtener la luz verde ambiental, la planta seguirá su tramitación administrativa, ahora en la Junta de Andalucía, sin una fecha prevista para su apertura según fuentes de la compañía. Su futuro estará ligado al de la explotación del yacimiento Poseidón: según las previsiones expresadas por la propia empresa en su estudio de impacto, unos once años, hasta 2025.

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