Provincia

Un camino inédito para ir con Juan Ramón al Rocío

  • Santiago Padilla reconstruye los vínculos rocieros de 'Platero y yo' a partir de Juan Darbón, un veterinario almonteño a quien el Nobel de Moguer cita en cinco capítulos

Moguer era tan importante a fines del XIX que tenía dos veterinarios. Uno de ellos se llamaba Juan Darbón, padre francés, madre de Bollullos par del Condado. Sale en cinco capítulos de Platero y yo. "Tenía un cuerpo grande, casi no cabía por la puerta de la cuadra", escribe Juan Ramón Jiménez. El centenario de su obra más traducida es también el de la muerte de Darbón. "El personaje secundario principal de Platero y yo", dice Santiago Padilla. Como Lee van Cleef en Solo ante el peligro.

Padilla, secretario de la Hermandad Matriz de Almonte, presentó en el Círculo Mercantil su libro El Rocío en Platero y yo (Facediciones), en colaboración con la Fundación de Inés Rosales. En vísperas de la iluminación navideña, Sevilla asistió ayer por la mañana a la colocación del primer tubo de la Feria y por la tarde a esta curiosísima y literaria primera parada del camino.

El libro lo prologa Julio Mayo, que ayer recordó la admiración de su paisano Joaquín Romero Murube, "lo imitaba hasta en la forma de fumar", hacia Juan Ramón, a quien le ofreció por carta a Puerto Rico su finca familiar en Los Palacios para un regreso en vida que nunca se produjo. Antonio García Barbeito, presentador de la obra, recordó el párrafo explícitamente más rociero de Platero y yo: "...Los bueyes con los frontiles que parecen obispos...". Esa metáfora entre la fábula y la teología que parece sacada de Roma de Fellini.

En este camino, Santiago Padilla Díaz de la Serna (Almonte, 1969) ha cogido una trocha singular, inédita con el guión del único rociero que obtuvo el Nobel de Literatura. El veterinario Darbón, Juan Bautista Nicolás María del Rocío Darbón, era hermano de Ana Darbón, tatarabuela del autor del libro. "El apellido se perdió porque sólo tuvieron descendencia las hembras, sus hermanas Ana y Catalina".

Almonte llegó a pertenecer al partido judicial de Moguer, única población que en el XIX gozaba junto a Huelva y Ayamonte de la condición de ciudad. En el padrón de 1851, Padilla contabiliza en la población de Almonte vecinos de más de cien localidades, la más numerosa Moguer, con un total de 51 censados. Es la comitiva más numerosa en la coronación canónica de 1919, promovida por Muñoz y Pabón.

El libro desvela muchos vasos comunicantes entre Almonte y Moguer, las patrias respectivas del dueño literario del burro más universal de la literatura y del veterinario que atendió sus achaques. El primer amor de Juan Ramón fue Blanca Hernández-Pinzón, una estación sentimental previa a Zenobia Camprubí, novia primeriza emparentada con los Almonte, familia que tuvo intereses en Moguer, Sevilla, Utrera y América para controlar el comercio con Indias.

Darbón residió cuatro años en Sevilla, entre 1858 y 1854, estudiante en Triana. Tiempos en los que es rector de la Universidad hispalense Antonio Martín Villa, almonteño, inmortalizado en una calle que más de un desmemoriado de la memoria histórica asocia con el ministro desempolvado por una juez argentina.

Dos topónimos unidos por los vinos del Condado que llegaban por la ribera del Tinto, hermosa redundancia fluvial, a los puertos de Cádiz. Trasiego vinícola que llenó estos pueblos de gente de la Rioja como el padre de Juan Ramón Jiménez, originario de Laguna de Cameros.

En 1847 se funda la Escuela de Veterinaria de Córdoba, que más de siglo y medio después sigue siendo una de las más prestigiosas de España. Allí estudia la carrera el secundario de Platero y yo. "Podía hacerlo en La Palma del Condado", cuenta Padilla, "que contaba con una escuela libre de Veterinaria en la que estudió el padre de Manuel Siurot".

Moguer es la cuarta hermandad más antigua del Rocío. Sólo la anteceden en historia Villamanrique -cuna del torero Pascual Márquez, que murió el mismo año que Darbón-, Pilas y La Palma del Condado. Aznalcázar, la patria chica de García Barbeito, es mucho más joven. Se funda en 1959, tres años después del Nobel y la muerte de Juan Ramón. "Mi tía, Antonia Barbeito Delgado, fue la primera camarera", dice el poeta pregonero.

La muerte de Darbón es contemporánea de la vida de Platero. Juntos en la caballería de Moguer camino de la aldea. Un siglo de otro año 14 en el que José María Izquierdo publica Divagando por la ciudad de la gracia y Blas Infante, notario peregrino -Peñaflor, Isla Cristina, Coria- pronuncia su proclama andalucista. Un año antes, Joaquín Turina estrenó su Procesión del Rocío. Platero y yo, traducido a cincuenta lenguas, un Pentecostés libresco, es puerta del Rocío y viceversa.

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