Con un desayuno solidario conmemoró ayer el comedor social Nuestra Señora de Consolación de Cartaya su segundo aniversario. Con este sencillo acto los responsables -en cuyo nombre habló Manuel Pérez Beltrán- quisieron agradecer "el apoyo de las entidades e instituciones que, desde el principio, nos han ayudado y han hecho posible que estemos aquí, y también de las empresas que, con su solidaridad, colaboran a diario con nosotros, algunas de la localidad y muchas de otros municipios".

De ahí que al desayuno, elaborado por los propios voluntarios del comedor, asistieran los responsables de estas empresas, y una gran representación de la Corporación Municipal, con el equipo de gobierno cartayero y el alcalde, Juan M. Polo, a la cabeza. Y es que, como destacó Manuel Pérez, "tanto el Ayuntamiento como la Diputación y la Junta nos han ayudado".

El alcalde agradeció "la excelente labor que están desarrollando tanto los responsables de la obra social como los voluntarios que a diario atienden a las personas que demandan la ayuda que aquí se les brinda" y reiteró el "apoyo municipal, que desde el principio hemos brindado a esta iniciativa".

Polo recordó que el Ayuntamiento cede el uso del edificio a la obra social de la hermandad, además de haber brindado apoyo técnico y logístico al proyecto de acondicionamiento de las instalaciones, y de colaborar asumiendo los gastos de agua y de luz del edificio, "con el ánimo de contribuir en la medida de lo posible a la labor social que aquí se realiza y que se completa desde el Área de Servicios Sociales del Consistorio con el reparto de alimentos y otras ayudas sociales a las familias de la localidad más sacudidas por la crisis económica".

El comedor social cartayero atiende diariamente a una media de 130 usuarios, que van a recoger la comida a las instalaciones y cuenta con un grupo estable de una docena de voluntarios.