Provincia

Denuncian el incumplimiento por parte de la Diputación del acuerdo de contratación de la planta RSU

  • Un grupo de trabajadores se encierra en las instalaciones y exige el empleo local comprometido

Un grupo de trabajadores eventuales de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU) de Villarrasa se encerraron ayer en el edificio consistorial para instar al Ayuntamiento a que exija a Cespa (que explota las instalaciones) la priorización de contratación a los trabajadores del municipio. El objetivo no es otro que la empresa cumpla las cláusulas del contrato del convenio del 1995 en virtud del cual la Diputación, que pasaba a gestionar el servicio, se comprometía a la contratación de los villarraseros para cubrir las necesidades laborales de la planta.

El portavoz de los trabajadores, Joaquín Domínguez, explicó que la empresa ha despedido a gran parte de la plantilla de eventuales, todos ellos oriundos de la localidad, mientras que "personas forasteras continúan en nómina", lo que vulneraría el acuerdo de la cesión de los terrenos para almacenar la basura de más de treinta municipios de la provincia que generan, según fuentes de la propia empresa, en torno al 92% de los residuos de la provincia.

Los trabajadores insisten en que en la planta ha mantenido a "los enchufados" y "puestos a dedo" por parte de la administración y que provienen de otros puntos de la geografía provincial, a los que se les da la prioridad frente a los villarraseros. Por otra parte, el Comité de Empresa ha informado que la intención de la empresa concesionaria es echar el cierre a la Planta de RSU de Tharsis, al ser deficitaria por el poco volumen de mercancía que genera. Estas fuentes explican que Cespa-Ferrovial ha llegado a un acuerdo para renovar por otros diez años la gestión de los residuos sólidos urbanos de la provincia de Huelva y para ello ha de asumir el personal de las plantas: 20 adscritos a la Sierra Norte y los 52 que operan en el Condado.

La infraestructura de Tharsis quedaría meramente limitada a una planta de transferencia, donde se recibe la basura y se compactan para su posterior traslado a Villarrasa, que recibiría la basura de toda la provincia de Huelva.

Fuentes del comité de empresa destacaron que el Ayuntamiento tiene una "posición de fuerza para hacer valer estas cláusulas", al tener las competencias del vertedero de apoyo al que se llevan los residuos. El problema es que "no quiere enfrentarse a la Diputación provincial por ser de su mismo partido político", sentenciaron. Por esta razón, los trabajadores mantuvieron ayer una reunión con el alcalde, Ildefonso Martín, a quien le trasladaron su preocupación por el hecho de que no se esté priorizando la mano de obra local. A su salida, el regidor municipal declinó la posibilidad de realizar declaraciones.

Desde el comité se insiste en que el objetivo es que la planta de Villarrasa trate todos los residuos. Actualmente hasta sus instalaciones llegan toda la basura que generan las poblaciones de Aljaraque, Almonte, Ayamonte, Beas, Bollullos, Bonares, Cartaya, Chucena, Escacena del Campo, Gibraleón, Hinojos, Huelva, Isla Cristina, Lepe, Lucena del Puerto, Manzanilla, Moguer, Niebla, La Palma del Condado, Paterna del Campo, Punta umbría, Rociana del Condado, San Juan del Puerto, San Silvestre de Guzmán, Trigueros, Valverde del Camino, Villablanca, Villalba del Alcor y Villarrasa, que representa el 92% del todo lo que los ciudadanos tiran a los contenedores.

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