Casi nadie lo pone ya en duda. La población de atún rojo (Thunnus thynnus), el más preciado túnido desde el punto de vista comercial, sobre cuya conservación se encendieron todas las alarmas en el año 2006, sigue recuperándose año tras año. No en vano hace dos años (2012), los datos que manejaba la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) apuntaban ya un espectacular aumento de la población de esta especie en sólo seis años, sobre todo tras los estrictos controles pesqueros adoptados por la propia ICCAT en 2006, basados en el establecimiento de cuotas de pesca sobre la misma. Un informe elaborado en 2012 por la ICCAT apuntaba que la población reproductora de atún rojo "se ha duplicado".

Ahora, en 2014, todo apunta a que la población de la especie sigue en auge, y así se corroborará oficialmente dentro de dos semanas, cuando salgan a la luz los datos del nuevo informe que está elaborando este mismo organismo internacional, del que forman parte un total de 48 países atuneros.

Esta fue una de las principales conclusiones del XIII Encuentro de Capitanes de Almadraba celebrado en Isla Cristina. Una iniciativa organizada por la Asociación de Amigos de Atún Thunnus thynnus de la localidad costera, en la que se dieron cita algunos de los que mejor conocen esta especie, tanto desde el punto de vista científico, como desde la óptica de su captura en las distintas pesquerías del Atlántico Oriental, como son sobre todo los capitanes de las distintas almadrabas de la zona, bien en activo como ya retirados.

La recuperación de la especie es ya una realidad, concluyeron a través de las distintas ponencias y mesas redondas que formaron parte del programa de las jornadas, sobre todo debido a las estrictas cuotas de pesca que estableció la ICAAT en 2006, como por el carácter "cíclico" que según algunos expertos reviste la reproducción de una especie que, por otra parte, "sigue sabiendo guardar muy bien sus secretos".

El principal dato al que se atienen es al de las capturas de las almadrabas que operan en el Atlántico oriental y el Mediterráneo, sobre todo las de las cuatro que se siguen calando en Andalucía, todas en la provincia de Cádiz (Conil, Barbate, Tarifa y Zahara de los Atunes), que si bien en la campaña de 2014 (mayo y junio) han agotado como en las pasadas sus cuotas máximas permitidas, cada año se ven obligadas a liberar a un mayor número de los ejemplares que entran en las mismas.

Así, si las capturas totales han agotado la cuota de 681 toneladas de atún rojo asignada este año para la pesca de la especie mediante la modalidad de almadraba (lo cual supone unos 6.400 atunes), el dato más significativo en este sentido es que ha habido que liberar a unos 20.000 ejemplares para no exceder el máximo permitido.

Según los datos que maneja la Asociación isleña organizadora de las jornadas, los cuales ha obtenido de distintas fuentes pero que aún no son los oficiales, la almadraba de Tarifa ha capturado este año unos 1.300 ejemplares y liberado al doble (unos 3.000); la de Zahara de los Atunes ha capturado unos 1.300 y se ha visto obligada a liberar a unos 5.000; la de Barbate ha capturado unos 2.000 y ha liberado unos 6.000; y finalmente la de Conil ha capturado unos 1.500 y liberado como la anterior otros 6.000. Para la obtención de estas cantidades de atún rojo, se realizaron un total de 60 levantadas entre las cuatro almadrabas durante toda la temporada: 15 levantadas la de Tarifa, 25 la de Zahara de los Atunes, 5 la de Barbate, y 15 la de Conil, aunque este dato no es muy significativo ya que las levantadas se realizan durante la temporada en función de la demanda, sobre todo del mercado japonés, máximo consumidor de la especie del mundo.

Según los expertos, estos datos se vienen repitiendo desde hace ya varios años, el número de ejemplares liberados tiende a aumentar y son extrapolables al resto de almadrabas del Atlántico Oriental caladas por Portugal (3 almadrabas) y Marruecos (una decena de almadrabas).

Todos estos datos ponen muy a las claras la "recuperación de la especie", aunque por el momento la ICAAT no tiene previsto aumentar las cuotas, por formar parte de un plan mucho más amplio en el tiempo. Así quedó claro en la sesión de evaluación de stock del atún rojo de la ICAAT, que tuvo lugar en 2012 en Madrid, y de la que se desprendió que la biomasa reproductora de atún rojo era entre los años 50 y 60 del siglo pasado de unas 300.000 toneladas, bajó hasta las 150.000 a mitad de los 2000, y en 2012, tras seis años desde el establecimiento de las cuotas se elevó hasta una cantidad de entre 295.000 y 380.000 toneladas. Con el plan de recuperación, la flota europea deja de capturar un millón de juveniles al año, lo cual parece haber tenido un impacto enorme en la población.

El plan de recuperación se marcó como objetivo tener un 60% de probabilidades de conseguir en 2022 el rendimiento máximo sostenible de la especie, que implica pescar 50.000 toneladas sin afectar a la población. Tras los positivos resultados obtenidos en 2012, la ICAAT afirmó que manteniendo las cuotas, algunos modelos dan que el objetivo del plan de recuperación podría adelantarse al año 2016.

Además, según se adelantó en Isla Cristina, la ICAAT calcula actualmente el estado de las poblaciones de atún en función de las capturas, lo cual no parece ser el sistema más exacto, por lo que sus responsables están trabajando actualmente en otro modelo parta el cálculo, que además de las captura tenga en cuenta otros muchos parámetros. El objetivo es que los datos sean finalmente lo más fiable posibles antes de adoptar ninguna medida.