Provincia

El voto del Rocío Chico congrega más de 100.000 personas en la aldea

  • El obispo de Huelva, José Vilaplana, preside los actos y habló "no sólo de los milagros del pasado, sino de los que se producen a diario" Jornada de fiesta en pleno verano

Almonte cumplió con el ritualcon el que de forma ininterrumpida lleva más de dos siglos agradeciendo la protección de la Virgen del Rocío en aquella madrugada del 18 al 19 de agosto de 1810, en la que salvó a los almonteños del exterminio a manos del Ejército francés en una época en el que España se encontraba secuestrada por el país vecino.

La celebración del Rocío Chico volvió a confirmar el poder de convocatoria de todos y cada uno de los cultos que se desarrollan en honor de la Patrona de Almonte. Sólo durante el lunes y el martes en que se concentran el grueso de cultos religiosos, la presencia en la aldea se ha elevado a las 100.000 personas, según concretan fuentes de la Policía Local, que destacaron la ausencia de altercados. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Carlos Curto, quiso destacar "la hospitalidad" con la que la aldea y los ciudadanos acogen a todos los rocieros. Al mismo tiempo, el edil popular se congratuló del dispositivo especial puesto en marcha desde la administración local, el cual ha contribuido a que los turistas puedan disfrutar de este enclave y una imagen que es símbolo del fervor mariano en Andalucía.

Como el Rocío Chico se conoce este voto de gracia en el que converge la celebración de un programa litúrgico que en el día de ayer volvió a ser grande en la fe. Primero, el lunes, con la imposición de medallas a los nuevos hermanos; luego, con la celebración del santo rosario en la madrugada que marcaba la entrada de aquel imborrable 19 de agosto, y, posteriormente, la misa votiva oficiada a las diez de la mañana por el obispo de Huelva, José Vilaplana. Una liturgia que estuvo concelebrada con otros prelados de la zona y el párroco y director espiritual de la Hermandad, Antonio Cepeda.

Junto a ellos, el presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío, Juan Ignacio Reales, que estuvo acompañado por el alcalde, José Antonio Domínguez Iglesias; el subdelegado del Gobierno en Huelva, José Pérez Viguera, y representantes de los cuerpos de la Guardia Civil y de la Policía Local. Todo ellos rememorando aquel agradecimiento que las autoridades oficializaron en 1813 a la Reina de las Marismas.

En la celebración de la eucaristía, Vilaplana señaló la importancia de la intervención de María a la hora de interceder frente a su hijo para que socorriera las necesidades de su prójimo. Sin embargo, matizó que no sólo nos hemos de fijar "en el pasado, sino también en los milagros que diariamente se producen en nuestra vida diaria; en la enfermedad o en la duda". El obispo recordó que la clave es la fe, en base a lo cual reclamó a los fieles que continúen creciendo, no cayendo en el desaliento de una "Europa que se separa de Dios y que cae en el secularismo. Ese es el peligro -añadió- que tienen hoy en día los cristianos". Utilizando los paralelismos con los algo más de 200 años atrás que se conmemoran, Vilaplana alertó que, al igual que entonces acechaba a los almonteños en el templo cristiano, esta amenaza avanza firme hace una sociedad desnuda de espíritu.

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