Provincia

Los okupas logran frenar la suspensión del suministro de agua

  • Quieren que se legalice una toma de agua y aseguran que están dispuestos a pagar

La presión vecinal ha logrado frenar el corte de agua ordenado por la Mancomunidad de Aguas y Servicios (MAS) a los vecinos que residen como okupas en la urbanización El Labrao de Rociana y que se abastecían de forma ilegal. Se trata de la última fase del complejo residencial que construyó la promotora Dolmen en Rociana del Condado y que, tras declarar la empresa el concurso de acreedores, fue paulatinamente ocupado por medio centenar de familias sin recursos económicos.

Raquel Nieto, una de las vecinas, censuró que pretendan cortarles el agua en pleno verano, dejando desamparados a decenas de familias con menores, lo que podría acarrearles problemas de higiene y un déficit de hidratación con las temperaturas extremas que se han viviendo en estos últimos días.

Tras paralizar la apertura de la zanja por una subcontrata y sin garantías de que los trabajos se retomasen, medio centenar de personas se trasladaron hasta la casa consistorial en busca del alcalde con la decisión de "no moverse de allí" hasta que se le presentasen alternativas. Finalmente, lograron hablar telefónicamente con Diego Pichardo, concejal de Participación Ciudadana, que se comprometió a celebrar una entrevista con los representantes o portavoces de los vecinos.

Los vecinos se miran en el espejo de los okupas almonteños, instalados en la tercera fase del residencial Las Marismas en Almonte, que tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento y con MAS disfrutan de agua que pagan de forma comunitaria.

Isabel María López explicó que la decisión del Ayuntamiento de no autorizarles la legalización de una toma de agua les deja sin alternativas para ducharse, lavar la ropa e incluso comer. Por esta razón, destaca que los problemas sociales que acarrea una decisión de este calibre serían mayores que acceder a facilitarles suministro de manera excepcional y hasta que se resuelva la titularidad de las casas. "No nos negamos a pagar", queremos "disponer de un bien de primera necesidad" que no nos puede ser conculcado únicamente por vivir de modo alegal, precisa.

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