Provincia

El Gran Hotel el Coto ocupa la piscina en contra de una sentencia judicial

  • La Audiencia condenó a la empresa Bamar a desalojar el inmueble y vallar ese espacio, pero la empresa ha retirado el cerramiento para dar uso a la instalación y los jardines

La polémica en torno a El Gran Hotel El Coto de Matalascañas continúa. Según denuncian los acreedores de la sociedad, la empresa Bamar, gestora del hotel, ha usurpado la zona de jardines y piscinas aledañas al edificio turístico, poniendo así a disposición de sus clientes el espacio que comprende la parcela 21.628, a pesar de una sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva que condenó a dicha entidad a "desalojar el inmueble" y cerrar o vallar estos espacios.

Tal como acreditan las imágenes a las que ha tenido acceso este periódico, la empresa ha retirado el cerramiento metálico que delimitaba el espacio hotelero de la parcela anexa, cuya titularidad recae en los acreedores de la Sociedad Hotel El Coto, que se declaró en bancarrota en 1989.

Para Ismael Peidró, representante de la mayor parte de los acreedores, el administrador de Bamar podría haber incurrido en "un supuesto delito de desacato a la autoridad", en virtud del mandato judicial que le obligaba a acotar la zona perteneciente al edificio hotelero, a la par que "dejar de hacer uso de unos terrenos que ha ocupado durante décadas". No en vano, añade, la empresa ha llenado la piscina y adecentado la zona de jardines para uso y disfrute de sus clientes, lo que "conlleva un lucro empresarial al vender paquetes turísticos a precios más elevados que los que hubiera podido comercializar si reconociese que las instalaciones carecen de una serie de servicios inherentes a un cuatro estrellas". La propia página web www.granhoteldelcoto.com asegura disponer de "1.000 metros cuadrados de piscina, rodeada de jardines y tumbonas sin salir de hotel".

En cualquier caso, los acreedores han avanzado que ya el juzgado ha nombrado un perito judicial que se encargará de levantar un muro perimetral que delimitará ambas zonas. El siguiente paso es esperar a la concesión de la licencia de obra que ha de expedir el Ayuntamiento "de inmediato", al tratarse de una obra menor".

Para el representante de los acreedores esta concatenación de hechos consumados "demuestran el respeto que algunos empresarios muestran a la justicia y sus fallos judiciales".

Por el contrario, el administrador de Bamar, Manolo Bajo, no ha negado el uso de este terreno no edificable, si bien han contraatacado acusando a Peidró de "chantajearme durante los últimos 20 años para sacarme dinero e insistirme que con 100.000 euros podía arreglarse todo".

La Justicia concluyó que Bamar se ha "beneficiado de la explotación de los jardines y de la piscina, ocupándolos "en precario, pues carecen de título válido que las legitime en el uso de los mismos", según la resolución del Juzgado Número uno de La Palma.

La privación del hotel de la zona de piscinas y jardines comprometería la viabilidad económica del establecimiento, si bien Bajo siempre ha mantenido que "si fuera necesario" mantendría el hotel "un par de años", mientras se construye una nueva zona de piscina en una finca anexa, titularidad del Ayuntamiento de Almonte, que pretende permutar. En cualquier caso, el empresario siempre ha sostenido que la parcela objeto de litigio forma parte indivisible del complejo turístico.

El conflicto societario tiene su génesis en 1991 cuando la Sociedad Gran Hotel El Coto, promotora del complejo turístico homónimo, se declaró en suspensión de pagos.

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