Provincia

La Plaza de España de Beas

  • Sentido común y protección del patrimonio.

Hace unos días, a través de una conocida multinacional sueca, llegaba a mis manos una revista sobre turismo, editada por Visit Sweden. Entre sus contenidos llamó mi atención un párrafo acerca del "derecho al libre acceso", donde se indicaba que los campos y bosques suecos están "abiertos para todo el mundo". Se incide en la publicación en que las personas "tenemos derecho a pasear, correr, ir en bicicleta, montar a caballo, etcétera a través de propiedades de la gente, siempre que sigamos algunas pautas de sentido común", entre las que se enumeran el no causar daños a la naturaleza, no molestar a las personas, no destrozar cultivos y árboles, y no ensuciar. Rådighet, es la palabra sueca usada para referirse al sentido común, lo que es razonable para la generalidad de las personas, sin elaborar una norma para regularlo. Esa misma publicación indica que los suecos ocupan los primeros puestos en el planeta en valores progresistas, porque combinan una buena dosis de sentido común con otra de proximidad y respeto por la naturaleza y por el entorno.

Traigo a colación estos párrafos para analizar la situación que en estos días se está produciendo en mi pueblo, Beas. Aquí el sentido común, la facultad que la generalidad de las personas tenemos para juzgar razonablemente las cosas a partir de la experiencia de la vida cotidiana, parece que se está perdiendo, al menos ante determinadas actuaciones de las autoridades locales en materia urbanística. Me refiero a la construcción que se está realizando en la Plaza de España, el corazón del pueblo, el espacio urbano más singular para los beasinos. Se ha adosado una estructura de materiales de construcción que parece ser un quiosco a la fachada de la Casa de la Cultura y Biblioteca Municipal, sin respetar ningún tipo de elementos de dicha fachada, tapando los huecos de sus ventanas.

Sin tener que entrar en materia urbanística, en leyes y normas, el sentido común me dice que eso no se debe hacer pues ensucia la fachada de la Casa de la Cultura, así como el resto del conjunto arquitectónico de la Plaza de España, el paseo. Uso el verbo ensuciar en el sentido que ha sido utilizado en la publicación sueca: deslucir, echar a perder, meter la pata, etc. pues así es cómo se puede calificar esa actuación urbanística desde el sentido común. Este modo de actuar ensucia este magnífico edificio, realizado en 1882, por el arquitecto Manuel Pérez González para albergar las Escuelas Municipales, el mismo que había ejecutado un año antes, en 1881, el nuevo Ayuntamiento de Beas. Pérez González es, sin dudas, una de las figuras destacadas de la arquitectura de Huelva de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a él se debe también, por ejemplo, el bello edifico del Cuartel de Santa Fe de Huelva. Para la realización de los dos edificios beasinos, el arquitecto se inspiró en la bella torre dieciochesca de la Parroquia de San Bartolomé, que comparte junto a ellos el espacio de la Plaza de España. Esa inspiración le sirvió para diseñar los vanos de puertas y ventanas siguiendo el modelo de los balcones de la torre beasina con remates triangulares a modo de frontón, propios del eclecticismo neoclásico. Huecos que, precisamente, ahora se tapan, y son los que armonizan el conjunto del Paseo beasino.

Pero, si además analizamos desde el punto de vista legal esta actuación, creo que hay razones en derecho para exigir su paralización. La Biblioteca Municipal y Casa de la Cultura es un inmueble protegido y catalogado por las Normas Subsidiarias de Planeamiento Urbanístico vigentes en nuestro municipio. En las primeras normas de esta naturaleza redactadas por el Ayuntamiento de Beas que fueron aprobadas en el año 1987, se establece en el apartado de "relación de edificios singulares del casco urbano" que "se protegerán aplicando las Normas Urbanísticas las siguientes edificaciones", entre las que se cita, en segundo lugar, tras la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, el inmueble que nos ocupa, referido como Biblioteca Municipal. Catalogación y protección que, por otro lado, no se han visto alteradas por las modificaciones posteriores realizadas en las Normas Subsidiarias de Beas, por lo tanto siguen en vigor. En el art. 25 de esas mismas Normas de 1987 se establece, en el apartado 2º, "que no podrá realizarse obra interior ni exterior que afecte directamente a los inmuebles catalogados o a cualquiera de sus partes integrantes sin autorización expresa de los Organismos competentes para la ejecución de esta Norma, Ayuntamiento y Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía". Igualmente, en el apartado 4, de ese mismo artículo 25 también se establece que "queda prohibida toda construcción que altere el carácter de los edificios catalogados". Aspectos estos en los que también inciden las Leyes de Protección del Patrimonio en España y en la Comunidad Autónoma de Andalucía y el propio Código Penal.

Por todo ello creo que hay razones suficientes para exigir una rectificación a lo ya realizado, se debe exigir la paralización de las obras a fin de garantizar la salvaguarda de la estructura original de la Casa de la Cultura y la Biblioteca Municipal de Beas, así como para recuperar la estructura urbanística de la Plaza de España, el corazón de nuestro pueblo. E igualmente entiendo que se debe reintegrar el orden conculcado, con la restitución de las cosas a su estado anterior a la transgresión.

Es más, esta actuación municipal parece muy incongruente con la propia política municipal, a tenor de los sucedido hace unos meses, en mayo pasado, cuando el máximo responsable municipal, el alcalde, Guillermo Rivera Rosario, manifestaba en este periódico que había decidido retirar la escultura del Quijote de la Plaza de España "para que la plaza recobrara su estructura urbanística" (Huelva Información 25 mayo 2013). ¿Y con esta nueva acción no rompe la estructura urbanística de la plaza?

Estas son las razones que me han motivado a iniciar una campaña pública para solicitar una rectificación al Ayuntamiento de Beas. No se trata de oponernos a la existencia o no de un quiosco en la Plaza de España, ese no es el debate. Lo que no queremos es que se haga de la forma en que se está llevando a cabo, esta no es la solución adecuada. Si se necesita un quiosco, existen otras alternativas para su instalación en este espacio tan querido para las beasinas y los beasinos, sin necesidad de afectar a los edificios protegidos de la Plaza de España y su entorno.

Si algún onubense preocupado por los temas de patrimonio en esta tierra quiere expresarnos su apoyo lo puede hacer desde esta dirección de la plataforma Change.orgwww.change.org/es/peticiones/ayuntamiento-de-beas-huelva-defensa-patrimonio-plaza-de-españa

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