Pleno en bollullos

Los casos de Gibraleón y Beas, marcados por el conflicto

  • Moguer, Encinasola, Niebla, Trigueros, Villarrasa, Escacena, Palos y Punta han sufrido transfuguismo.

Las dos mociones de censura que se han registrado en los últimos años en ayuntamientos de la provincia han dado lugar a largos procesos de tensiones y enfrentamientos ciudadanos en los municipios. Tanto Gibraleón como Beas fueron los dos municipios tocados por traumáticas salidas del gobierno de los partidos que ganaron las elecciones municipales, aunque el proceso que se ha vivido en cada uno de ellos es bien diferente.

En el primero, Gibraleón, el PP ganó por mayoría absoluta las elecciones municipales de 2003 y el color del sillón municipal cambió tras un caso de transfuguismo de la concejal popular Esperanza Ruiz que apoyó al socialista Juan Serrato desde su posición como concejal no adscrito. Aunque al final se sumó a las filas socialistas desde donde trabaja en la actualidad. Pero la llegada de Juan Serrato a la Alcaldía olontense estuvo escalonada de meses de tensiones desde que se conocieron las negociaciones de los socialistas con la concejal no adscrita. El final fue igual de dramático pues la moción de censura se debatió en un salón tomado por las fuerzas de seguridad que garantizaron la salida del alcalde del PP, José Ramón Gómez Cueli, y la llegada de Juan Serrato como nuevo alcalde de Gibraleón.

Ni que decir tiene, que los socialistas expulsaron del partido a Juan Serrato y al resto de los concejales que le acompañaron en la aventura de la moción de censura. Resolución que, con el tiempo, acabó siendo también un acto de cara a la galería puesto que en las siguientes elecciones, las de 2007, Serrato volvió a repetir como cartel del PSOE en Gibraleón y con más apoyos que nunca.

Si el PSOE ganó la plaza de Gibraleón, le ocurrió lo contrario en Beas donde la alcaldesa socialista Rosa Beltrán perdió la Alcaldía por una moción de censura de parte de sus propios compañeros que contaron con el apoyo de los grupos políticos de la oposición.

En este caso se ha vuelto casi dramático pues más de un año después el pueblo sigue sufriendo las consecuencias de los enfrentamientos políticos, al registrar continuos atentados contra propiedades y acto amenazantes que tienen como objetivo a los concejales ex socialistas que ganaron las elecciones de 2007 bajo las siglas de un partido independientes, IxBeas.

El equipo de Gobierno de Rosa Beltrán se rompió y tres de sus concejales buscaron el apoyo de los 2 concejales del PP y los otros 2 del PA para echar a la alcaldesa del sillón municipal. También en este caso manifestaciones masivas y presiones se hicieron habituales en las semanas previas al debate de la moción.

Pero además de estas dos mociones de censuras, otros ocho ayuntamientos de la provincia sufrieron durante el pasado mandato (2003/2007) las consecuencias de los concejales tránsfugas. En Punta Umbría, el alcalde José Carlos Hernández se vio casi relegado después de que dos de sus concejales abandonaran el equipo de gobierno un año antes de terminar el mandato y sumar votos con el PSOE. También estuvo amenazado el alcalde de Palos, Carmelo Romero, cuando uno de sus concejales dejó el equipo y paso a votar en la dirección socialista.

También el ex andalucista Cristóbal Romero de Trigueros gobernó en minoría al perder a una de sus concejalas, pero previamente el alcalde había abandonado el PA en una maniobra previa a las elecciones para cambiar de partido y presentarse con el PSOE en 2007. En Encinasola la alcaldesa Reyes Márquez se constituyó con todo su equipo en grupo independiente, eliminando de un plumazo a IU.

En Niebla el PP rompió el pacto de gobierno con el PA dejando un gobierno en minoría. Lo mismo ocurrió en Villarrasa. En Moguer el alcalde Manuel Andrés González destituyó a su socio andalucista Antonio Capelo.

El caso de Escacena se sale de este escenario pues fue el alcalde andalucista quien cedió el puesto a la socialista Eva Salazar.

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