Provincia

La fiesta del jamón hace olvidar por un día los graves problemas del sector

  • La ampliación de jornadas propicia un mejor funcionamiento de la cita García-Palacios advierte del "momento crítico" del ibérico

Aracena disfrutó ayer de su gran día de Feria del Jamón, aunque no será el único, porque hoy domingo hay una nueva oportunidad para disfrutar de una fiesta que se prolonga hasta el próximo fin de semana. El tiempo no perjudicó en exceso la habitual gran presencia de visitantes que tenían hechos sus planes de acudir a la feria y así lo hicieron pese a las condiciones climatológicas, ayudados por las carpas dispuestas en el recinto.

La mejora en la organización y y la ampliación de la feria han propiciado un mejor funcionamiento del evento y ha evitado en parte los problemas vividos en otras ediciones por aglomeración de personas o la habitual acampada en el recinto. Por contra, las prohibiciones y advertencias realizadas por la organización han sido obviadas por muchos jóvenes que acudían cargados de bolsas con comida y bebida de fuera y que suelen hacer de la feria un macro botellón.

Aracena vive, en parte, del sector servicios y por lo tanto del turismo y el hecho de que la feria sea ahora más completa supone un escaparate para la localidad, además de un foco informativo constante. Aún así, el público foráneo sabe que este año la feria se ha ampliado en días y dos fines de semana, pero poco más. Incluso algunos creían ayer, erróneamente, que el recinto, stands y puntos de venta estarían abiertos también entre semana (no es así) y muchos no tenían ni idea de las restricciones y rogatorias del comité organizador.

En todo caso, la afluencia de público es una buena noticia para el sector objeto de esta feria, el del ibérico, que vive momentos críticos. Para Guillermo García-Palacios, presidente del Consejo Regulador Jamón de Huelva, "el cerdo ibérico serrano está en claro peligro de extinción si seguimos así, primando un cerdo que es 75% Duroc, cuando la ley permite sólo el 50%", lamenta, mientras advierte de que "si tenemos que competir en el mercado con este producto fácil y barato, el ibérico tiene todas las de perder teniendo un coste alto, que se hace de forma artesanal en un ecosistema único y mediante un proceso de elaboración sobradamente conocido".

El cebo de campo "tiene la guerra perdida con esta Norma -en referencia a la aún vigente- ya que han permitido hacer un cerdo al que llaman como no deben y permitir que los animales criados en naves de Murcia y Cataluña se consideren ibéricos cuando a veces ni llegan al 25% de raza". El miedo hoy es que "esos industriales que tienen miles de madres, algunos 50.000, están inundando el mercado con ese producto de baja calidad y con el mismo nombre".

Esto ha hecho que los precios de los productos ibéricos estén en caída libre mientras suben los de producción. "Antes se compraba un jamón a 80 euros y el consumidor sabía que era un "camelo" frente al de 250 euros, mientras que ahora se llaman igual y encima con el de 80 euros te regalan un queso y una caja vino, así que el consumidor piensa que con el de 250 euros le están engañando", explica el presidente de Jamón de Huelva.

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