Provincia

Policía secreta a orillas del mar

  • La Policía Local de Almonte ha destinado este año a Matalascañas a un equipo de agentes de incógnito El objetivo principal, prevenir cualquier incidencia y evitar robos en primera línea de playa

De incógnito, sin uniforme, sin signos externos que les identifiquen y sin vehículos oficiales. Su trabajo, mezclarse entre los bañistas y vigilar de cerca sin ser reconocidos. El objetivo, localizar a posibles amigos de lo ajeno y evitar que se produzcan delitos. Y no es una película de detectives. Por primera vez, una patrulla de policía secreta trabaja a pie de playa en Matalascañas para reforzar la seguridad de las miles de personas que se dan cita en el enclave costero.

Diez hombres de la Policía Local de Almonte integran este dispositivo de incógnito, que se camufla entre los bañistas de Matalascañas y trabaja cada día para controlar cualquier incidencia que pudiera producirse en la orilla, muy especialmente los hurtos de bolsos, carteras, teléfonos móviles, cámaras fotográficas y otros efectos personales que los usuarios se ven obligados a dejar en la arena mientras se bañan en el mar.

Los efectivos policiales, vestidos de paisano, se comportan como veraneantes en un día playa, pero realmente realizan tareas de control y vigilancia para incrementar la seguridad y garantizar la protección de la multitud que en temporada alta acude a descansar y divertirse en Matalascañas.

Y por el momento, parece que lo están consiguiendo. El coordinador de la Policía Local de la localidad de Almonte, Diego José Espina, asegura que el trabajo de este equipo de efectivos de incógnito "ha permitido, además de mejorar la seguridad general ante cualquier tipo de incidente, localizar a dos individuos que durante bastante tiempo venían dedicándose a llevar a cabo hurtos en la orilla de la playa" y luego desaparecían entre la multitud de bañistas.

Gracias a la presencia de este dispositivo de policía secreta, el pasado 16 de agosto, según Espina, "se logró detener a estos dos individuos y que, posteriormente, fueran imputados por hurtos continuados en la playa, con lo que el objetivo principal del equipo de paisano, que no es otro que el de prevenir y erradicar los robos, podemos decir que se está cumpliendo".

Pero, además de la franja de primera línea de playa, hay un gran núcleo residencial, hostelero y comercial que cubrir. El coordinador de la Policía Local de Almonte señala que "este verano el dispositivo de seguridad de Matalascañas se ha reforzado en medios humanos y materiales y, aparte de la Guardia Civil, trabajan 15 efectivos de la Policía Local en los días de diario y otros 12 agentes más a lo largo de los fines de semana, de tal manera que en los días de mayor afluencia de personas, trabaja en el todo el enclave un total de 27 agentes".

Con este dispositivo, destaca Espina, se está logrando que esté siendo un verano muy tranquilo en lo que a seguridad se refiere".

Así, según Espina, los problemas de aglomeración, ruidos e incidentes en los enormes botellones que se concentraban en la Avenida de las Adelfas y la zona del Faro, "prácticamente han desaparecido, nos encontramos algún coche o alguna reunión de amigos aislada, pero los problemas que generaban estas grandes concentraciones de personas consumiendo alcohol en la calle, están controlados".

Otro frente abierto es el de la venta ambulante, un caballo de batalla en el que, según Espina, se han alcanzado también "importantes avances". Para ello, una patrulla de la Policía Local de Almonte recorre toda la orilla de la playa de Matalascañas entre las 07:00 y las 23:00, "en un dispositivo exhaustivo de vigilancia y control que ha permitido que se hayan llevado a cabo muchísimas intervenciones".

El tráfico, sobre todo en lo relativo a la prevención de accidentes asociados al consumo de alcohol, es otra de las líneas de trabajo del dispositivo de seguridad en Matalascañas, por lo que se practican controles periódicos de alcoholemia y, afortunadamente, "no ha habido, hasta el momento, incidencias reseñables", destaca el responsable policial.

Además, este año, el alcance del dispositivo de seguridad de Matalascañas se ha ampliado mucho más allá de las fronteras del área urbana, hasta los alrededor de 13 kilómetros que llevan a Cuesta Maneli, una playa virgen que lejos de estar solitaria se ha convertido en el paraíso elegido por cientos de bañistas. "Cada vez son las personas que llegan a Cuesta Maneli, así es que por primera vez una patrulla de efectivos recorre en quads esta zona para garantizar también la vigilancia en esta playa", subraya el coordinador de este equipo de hombres que de uniforme o de incógnito vela por la seguridad en Matalascañas.

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