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Asaltados más de nueve barcos del club náutico Río Piedras en una sola noche

  • Los cacos desvalijaron las naves en la madrugada del sábado El valor del material sustraído y del daño producido asciende, al menos, a 12.000 euros Se habla de oleada de robos

Las instalaciones portuarias del Río Piedras, especialmente las del Club Náutico Río Piedras, muy cerca del núcleo cartayero de El Rompido, están siendo escenario este verano de la peor oleada de robos de su historia. Día sí y día también, las numerosas embarcaciones que en ellas encuentran abrigo están siendo objeto de innumerables saqueos en los que desaparecen todo tipo de objetos: desde material electrónico hasta útiles de pesca y de navegación, en muchos casos de relevante valor económico, amén de los importantes destrozos que ocasionan en los barcos.

Los robos se vienen sucediendo, aseguran los propietarios de las embarcaciones y los responsables de dichos clubes náuticos, desde hace ya varios años, aunque el verano pasado "aumentaron considerablemente" y en el actual la situación "aún ha empeorado más, siendo totalmente insostenible".

La gota que ha colmado el vaso y que ha hecho saltar las alarmas se produjo en la madrugada del viernes al sábado de este fin de semana, cuando, según el presidente del Club Náutico Río Piedras, Ignacio Senao, "fueron literalmente asaltadas más de nueve embarcaciones en una sola noche".

Las primeras estimaciones económicas, sumando el valor de los objetos y el material sustraído y el de los daños ocasionados en las embarcaciones para ello, podrían superar los 12.000 euros y, según los responsables del club, a lo largo de la jornada de ayer domingo aún seguía creciendo el número de barcos afectados a medida que más propietarios se iban percatando de haber sido objeto del asalto.

En palabras de Senao, se trata de "un asalto al club en toda regla", por lo que "nos sentimos totalmente vendidos y desprotegidos ya que esta situación es muy difícil de controlar". El presidente de dicha institución añade que los propietarios de las cerca de 300 embarcaciones de recreo fondeadas en sus instalaciones (ocupando una extensión lineal del Río Piedras de aproximadamente 1.400 metros) se sienten "totalmente indefensos e impotentes ante esta oleada de asaltos que se cometen con total impunidad y no exentos de cierto grado de vandalismo por los destrozos injustificados que los ladrones ocasionan a las embarcaciones saqueadas". Y es que la Guardia Civil "nos dice estar bajo mínimos y no poder hacer más por carecer de medios humanos y materiales". "Hay ocasiones -lamenta- en que han tardado hasta tres o cuatro horas en poder acudir a un aviso y así es imposible mantener la seguridad en la ría".

Otras fuentes consultadas por este periódico aseguran qu e en el puesto de la Guardia Civil de El Rompido antes había siempre tres agentes en activo, uno para atender las denuncias y los avisos en la oficina y dos patrullando las calles. "En cambio este verano sólo han dejado a dos agentes, que tienen que patrullar las calles y atender la oficina al mismo tiempo". De esta forma, "cuando los ladrones llaman al puesto y les cogen el teléfono, saben que no hay ningún agente vigilando la zona y que pueden actuar con impunidad".

La situación alcanzó este fin de semana tal extremo de gravedad que la directiva del náutico Río Piedras mantuvo a primera hora de la mañana del domingo una reunión urgente con la marinería (boteros, comodoro y contramaestre) para estudiar la adopción de medidas extraordinarias destinadas a aumentar la seguridad de las embarcaciones, especialmente por las noches, "lo cual es muy difícil", asegura Senao. En este sentido, algunos propietarios de embarcaciones se han mostrado incluso dispuestos a montar patrullas de vigilancia nocturna por su cuenta si la situación no se solventa.

Entre las medidas acordadas en dicho encuentro, se ha decidido enviar este mismo lunes sendas cartas a la Subdelegación del Gobierno y la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva explicándoles la situación, además de pedir "urgentemente" una reunión directamente con el subdelegado, Enrique Pérez Viguera, para "solicitar más vigilancia y estudiar qué se puede hacer". No obstante, y ante los numerosos robos de que ya fue víctima el verano pasado este mismo club, el envío de misivas a ambas administraciones no es nuevo, puesto que entonces también se informó por escrito de la situación a sus responsables a través de sendas misivas.

Según algunos de los afectados por los robos y como consta en las denuncias que muchos de ellos llevan interponiendo en el puesto de la Guardia Civil de El Rompido, en algunos casos desde hace años, entre los materiales y objetos más codiciados por los cacos se encuentran baterías, combustible y depósitos para su almacenaje, motores fueraborda, piezas de motores intraborda, material electrónico de navegación (aparatos GPS, sondas náuticas o emisoras de radio VHF para telecomunicaciones), artes para la práctica de pesca deportiva (cañas y aparejos) y hasta incluso salvavidas y otros elementos para la seguridad a bordo de una embarcación.

Sólo en el caso concreto de los nueve robos contabilizados por el momento en la madrugada del viernes al sábado, el valor de lo sustraído y los desperfectos ocasionados en algunas de las embarcaciones asciende a 2.000 euros en un caso; 1.800 euros, en dos; o 1.500, en otro. El propietario de otro de los barcos asaltados este fin de semana, al que le arrancaron la puerta de acceso a la cabina, que fue arrojada al agua, se encontró incluso en su interior "un curioso regalo escatológico".

Otro de los afectados, que prefiere ocultar su identidad (al igual que el resto) por "miedo a las represalias de los ladrones", asegura que su embarcación ha sido asaltada desde 2011 todos los veranos. "Este año ya van dos veces -dice- pero para mí lo peor fue el año pasado, cuando también en sendos asaltos, me sustrajeron material por valor de 3.300 y 4.100 euros, respectivamente".

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