Provincia

Islantilla intenta salvar sus fogones

  • Tras cinco meses sin cobrar, los empleados de la Escuela de Hostelería amenazan con encerrarse en el centro La Junta adeuda un total de 400.000 euros a la entidad

Su historia, y sus números, lo avalan como un centro formativo de referencia en toda la Costa Occidental. Desde la puesta en marcha en 1997 de la Escuela de Hostelería de Islantilla, sus aulas y fogones han servido para que unos 900 jóvenes de toda la provincia, pero especialmente de las localidades de esta comarca, hayan recibido formación de calidad en materia de restauración. Pero lo más importante es que de ellos, según datos facilitados por la dirección, entre un 92 y un 93% se han insertado laboralmente en el sector de la hostelería y la restauración, así como en los últimos cuatro años algunos de los ex alumnos han puesto en marcha un total de 52 iniciativas empresariales, incluido el onubense Xanty Elías (Restaurante Acánthum -Huelva-), ya consagrado como uno de los nombres más destacados de los fogones andaluces.

No obstante, los acontecimientos acaecidos en torno a este centro formativo desde el pasado mes de febrero como consecuencia del impago por parte de la Junta de Andalucía de la subvención de la que depende para su funcionamiento (que ha derivado por el momento en una deuda acumulada que podría rondar los 400.000 euros) podrían dar al traste con sus 16 años de brillante historia.

Dicha deuda ha provocado, por el momento, que sus 18 trabajadores no cobren sus nóminas desde hace ya cinco meses y medio, por lo que se han visto obligados a iniciar acciones de protesta; que haya numerosos proveedores con facturas pendientes de pago, y, por último, que la pasada semana la dirección del centro decidiese cerrar su restaurante por falta de materia prima para seguir ofreciendo un servicio de calidad.

Sin duda, la hasta ahora intachable imagen de la Escuela de Hostelería de Islantilla está tocada. "Empañada" en palabras de su director, Modesto Fernández Jurado, que asegura no haber vivido nunca una situación así desde que accediera al cargo en 2006. No obstante, en declaraciones a Huelva Información quiso dejar muy claro que el centro no va a cerrarse: "Nunca se le ha dicho a nadie, en ningún momento, que la Escuela no vaya a continuar. Eso es falso". "De hecho -prosigue- este lunes el jefe de estudios tiene que presentar la memoria y el proyecto formativo del próximo curso". Fernández Jurado insiste en que "se trata de una manifestación que nadie sabe de dónde sale porque desde el inicio del problema siempre se ha trasladado a la plantilla y a todo el mundo que esto no se cierra".

En este sentido, el delegado territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Huelva, Vicente Zarza, de la que depende el centro desde el pasado 3 de abril (hasta entonces era competencia de Empleo), aseguraba el pasado lunes que los problemas se resolverán "pronto", por lo que trasladó un mensaje de "tranquilidad" a la plantilla. A ello añade el director del centro que la situación "está prácticamente desatascada".

Según concretó Fernández Jurado "estamos tan sólo a la espera de que Sevilla realice unas verificaciones presupuestarias, tras lo que el asunto entraría en intervención" y a partir de ese momento, asegura "ya es una cuestión de días porque la resolución y el trabajo del presupuesto están hechos". "Estamos pendientes de que Sevilla ponga unas cantidades en el sitio correspondiente dentro del gasto de formación", concluye.

No obstante, la plantilla, a la que se adeudan cerca de 200.000 euros, según los datos aportados por la dirección del centro, se muestra "desesperada" y su representante, Blas Moreno, volvía a exigir el cobro de sus nóminas. "Que se dejen de excusas y de darnos más largas -afirmó visiblemente alterado- que después de cinco meses y medio ya no nos fiamos de lo que nos dicen".

Es por ello por lo que, tras protagonizar varias protestas en los últimos días, en los que la plantilla se concentró a las puertas de la Delegación e incluso llegó a cortar el tráfico en la avenida de acceso a la escuela, Moreno asegura que "a partir de este lunes, si no tenemos noticias nos vamos a encerrar en el centro". Y es que "no vamos a permitir que llegue el día de las vacaciones (26 de julio), que esto se cierre y que cuando regresemos en septiembre nos encontremos en la puerta un vigilante de seguridad que no nos permita ni entrar a por nuestras pertenencias". "Lo único que puede evitar el encierro -insiste- es que venga alguna noticia de Sevilla porque se nos dice que es cuestión de días, pero ¿de cuántos días?. Los bancos, supermercados o gasolineras no te preguntan cuántos días vas a tardar en pagarles".

En este sentido para el director de la escuela, quien asegura que tampoco cobra desde febrero, es "correcto" que los trabajadores no se quieran ir de vacaciones sin antes haber cobrado. "Yo deseo que se cobre antes de las vacaciones -asegura-, pero los trabajadores están en su legítimo derecho de adoptar las medidas que crean oportunas en defensa de su salario, que es una cuestión de justicia". No obstante, lamenta no poder garantizar al cien por cien que esto vaya a ser así "porque no depende directamente de mí, y si la escuela depende al cien por cien del dinero de una subvención que por el motivo que sea no llega, es imposible que podamos gestionar".

Lo que sí asegura Fernández Jurado es que en el momento que se ingrese el dinero se darán al banco las órdenes de transferencia necesarias para hacer frente a la deuda "y lo primero serán sin duda las nóminas".

El desaguisado económico de los últimos meses en la Escuela de Hostelería de Islantilla, según su director, ha estado motivado "en un 90% por el cambio de competencias en la Junta de Andalucía", ya que según sus palabras, en el traspaso de los expedientes del Servicio Andaluz de Empleo -SAE-, a Educación, "ha habido un desfase de un mes que ha provocado el retraso". En este sentido se muestra convencido de que el problema "no es una cuestión de liquidez, porque entonces no hubiese cobrado ya la Escuela de Hostelería La Cónsula (Málaga)".

El resto de escuelas andaluzas de este tipo atraviesan situaciones similares, como es el caso de las de Benalmádena, Cádiz, o La Laguna (Baeza), al igual que la mayoría de consorcios a través de los que se gestionan los centros de formación de estas características, incluso aquellos que se centran en otros sectores como la madera, el mármol o la joyería.

En referencia al restaurante, Fernández Jurado admite que efectivamente fue cerrado hace unos días, "pero sin duda se va a reabrir". Y es que según explica "tenemos un determinado prestigio, y yo no iba a mantener ni la formación de los alumnos con poco material, ni a permitir que el restaurante diese por ello una mala calidad". Así las cosas "tomé la decisión de cerrarlo, y de que los alumnos sólo diesen teoría que les sirva de refuerzo".

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