Un inesperado mal estado del mar, con fuertes corrientes y un intenso oleaje, ha sorprendido durante los dos últimos días a los numerosos bañistas que disfrutan estos días en la playa de Matalascañas, en el término de Almonte. El fenómeno se lleva fraguando desde hace días, cuando comenzaron a registrarse índices de pleamar altos, por encima de los 3 metros, aunque no fue evidente hasta el martes por la mañana, cuando los turistas observaron un fuerte oleaje a lo lejos. Ya por la tarde, con la subida de la marea, fue cuando el embate provocó que toda la zona quedara cubierta por el agua, llegando incluso al Paseo Marítimo. El fenómeno, que fue más evidente en las playas orientales de la provincia, también afecto a Mazagón, donde los bañistas vieron olas de casi dos metros de altura.

Lo normal es que en la costa onubense se registren índices de pleamar de 2,5 metros; sin embargo, la semana comenzó con valores de 3,5 y 3,6 metros el lunes y el martes, que además coincidieron con coeficientes altos de 0,95 y 0,88. Ayer los valores de la pleamar bajaron sensiblemente a 3,3 metros y hoy vuelven a descender algo otra vez, a 3,2 metros, tendencia que sigue el resto de la semana hasta quedar en 2,7 metros, aunque a partir del jueves que viene se espera una nueva subida a valores similares a los que ha provocado dicha alarma.

Otro de los factores que se han sumado al fenómeno ha sido la diferencia que se ha producido entre la pleamar y la bajamar, situándose esta última en valores bajos, de 0,40 metros, coincidiendo con los más altos de la pleamar. De haber coincidido esta situación en temporada de lluvias, cuando se producen coeficientes más altos, por encima de 110, hubiera dado lugar a inundaciones como las que ocurrieron en marzo de 2010 y que se repitieron al año siguiente, en marzo de 2011. Entonces quedaron imágenes impactantes en Huelva, como la entrada de agua que borró el Paseo Marítimo de Punta Umbría; lo mismo ocurrió en la avenida Francisco Montenegro de la capital desde el muelle del Tinto.