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Emed garantiza la conservación de Corta Atalaya si reabre la mina

  • La compañía minera achaca a la falta de permiso no poder realizar trabajos de mejora en la cavidad · Prevé instalar una planta de neutralización para el agua acumulada

Emed Tartessus ha mostrado su disposición a preservar Corta Atalaya una vez que logre el permiso de la Junta de Andalucía para reabrir la Mina de Riotinto. La empresa trabaja en el control y estabilidad de la cavidad, monitorizando el posible movimiento de la estructura. Emed ha detectado cierta inestabilidad en el talud sur, compuesto por pizarras que por su naturaleza tienden a deslizarse y que en un futuro "afectarán a la preservación" de la imagen de la Corta como tal en ese flanco.

El segundo frente de trabajo es el del nivel de las aguas, y en este caso se viene controlando que no se produzca una situación de vertido no autorizado a cauce público. Según la compañía harán falta otros cuatro años de lluvias para que esto ocurriera, momento en el que ya se habrían podido tomar las medidas necesarias para estabilizar los niveles de agua acumulados.

Tanto la Administración como la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas vienen realizado controles periódicos para asegurar la estabilidad de la cavidad contando con la colaboración de Emed, que también realiza controles regulares, geológicos e hidrológicos.

Corta Atalaya está incluida en el plan de gestión de agua y restauración dentro del Proyecto Río Tinto (PRT) de la compañía, lo que significa que se hace responsable de aportar soluciones técnicas de acuerdo con la legislación y las mejores técnicas disponible, presentando los avales preceptivos y una vez aprobadas por las administraciones.

Las soluciones que aporta Emed van encaminadas a la preservación de la estabilidad, la seguridad ambiental y los valores paisajísticos, según las directrices que marque la autoridades competente.

Una innovación importante es la instalación de una planta de neutralización que tratará una importante cantidad de agua acumulada en diversos puntos de la mina para convertirla en agua de procesos, reduciendo el consumo de agua fresca y mejorando el estado ambiental de la zona. Sin embargo, estas actuaciones no pueden plantearse todavía hasta que la empresa no obtenga reconocido los derechos mineros no podrá obtener conexión eléctrica para poner en marcha los equipos precisos.

Sin el permiso de la Junta de Andalucía tampoco es posible realizar muchos de los trabajos necesarios que permitan concretar las soluciones técnicas y tampoco obtener acceso pleno a los terrenos de Corta Atalaya, rodeados por fincas propiedad de terceros. Según Emed la incertidumbre e interferencia respecto al acceso a la Corta es la que ha impedido llegar a acuerdos con instituciones o empresas interesadas en desarrollar allí un proyecto turístico, objetivo que Emed comparte con el resto de la Cuenca Minera, para la diversificación económica de la zona.

Emed realizó hace dos años obras de reacondicionamiento y seguridad del mirador de Corta Atalaya. Pero ésta, aunque es el más importante, no es el único de los elementos de patrimonio minero dentro de PRT. Su gestión está contemplada dentro del proyecto presentado a mediados de 2010 que ha recibido el visto bueno condicionado por la Consejería de Cultura a finales del pasado año.

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