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El cardenal Carlos Amigo ensalza el valor de la familia en Navidad

  • Pronunció una conferencia en la casa hermandad de la Matriz de Almonte

El mensaje de Dios encuentra miles de vías desde las que narrar sus enseñanzas, pero quizás ninguna tan cristalina y popular como los belenes que en estos días pueblan los hogares cristianos, dándonos lecciones vitales para el espíritu y para entender la esencia y dimensión de la Navidad. Así lo entiende el cardenal Carlos Amigo, Arzobispo emérito de Sevilla, quien ayer visitó Almonte y el Santuario de la Virgen de El Rocío con motivo de la conferencia que impartió en el salón de actos de la Casa de la Hermandad Matriz bajo el título Rocío de Navidad, Origen y significado del Nacimiento. Durante la multitudinaria oratoria ilustró a los presentes de cómo escrutar y analizar el valor simbólico de estas fechas en que se rememora el nacimiento del redentor. Su eminencia puso en primer plano la sencillez de la escena principal que tiene "a Jesús como protagonista, pero también a la familia. En un lugar como Almonte no podemos por menos que hablar de María" en quien se encarna el hijo de Dios. Precisamente el prelado, Doctor Honoris Causa por la Universidad Tecnológica del Cibao, trazó un paralelismo con la patrona almonteña a la hora de entender la dimensión de esta escena bíblica representada el 25 de diciembre. "Cuando contemplamos a la Virgen del Rocío entendemos el valor mariano, nos habla de su hijo Jesucristo, de sus valores; lo mismo ocurre con la Navidad y el Belén. Una fiesta que vuelve, pero que no se ha ido nunca".

Amigo descartó que durante los tiempos de bonanza la sociedad perdiese el norte de las tradiciones o nos obcecáramos en el materialismo como elemento de santificación de las fiestas. "No diría que hayamos pasado una época de indiferencia, aunque parecía como si viviéramos al margen de las creencias religiosas", si bien matiza que se trataba de una percepción porque "bastaba la llegada de un Rocío, la Semana Santa u otra festividad cristiana para que creyentes o no creyentes la celebrasen". Sin embargo y a renglón seguido añadió: "Qué duda cabe que en momentos difíciles se reflexiona y se constata el valor de la familia, que supone el apoyo y asidero" del hombre.

Desde esta tesis añadió que estos tiempos de incertidumbre y dificultades económicos nos conminan a tomar conciencia de valores como "la convivencia, el ayudarnos mutuamente". Son estos, añadió, los momentos en que el hombre se percata de "donde están nuestros auténticos cimientos de la vida". La magistral charla del cardenal se enmarca dentro del ciclo Encuentros de Fe y Cultura del Bicentenario del Rocío Chico que promueve la Hermandad Matriz.

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