Provincia

Buitres leonados vuelven a atacar piaras para alimentarse

  • Los ganaderos exigen a la Junta medidas para evitar las muertes

Al igual que sucediera en los años 2007 y 2010, bandadas de buitres, sobre todo, leonados, están atacando otra vez desde hace ya varios meses al ganado estabulado de varias zonas del Andévalo onubense, ocasionando cuantiosas pérdidas entre los ganaderos. El responsable de una de las fincas afectadas, entre los términos de Puebla de Guzmán y Paymogo, afirmó que en las últimas semanas estas aves necrófagas, lejos de sus hábitos naturales de alimentación a base de carroña, han atacado hasta matar a un centenar de lechones y otros tantos corderos recién nacidos. Los buitres se arremolinan en torno a las zonas de estabulación del ganado, fundamentalmente en las copas de las encinas cercanas, acosando en unos casos a los animales y provocando que éstos, atemorizados, mueran por aplastamiento entre unos y otros o por agotamiento y estrés, o atacándolos directamente por los cuartos traseros cuando acuden a los comederos a alimentarse.

Se trata de bandas de buitres formadas por, al menos, medio centenar de aves, que presumiblemente debido al hambre, lejos de huir de la presencia humana, en muchas ocasiones incluso se encaran con los encargados y propietarios de las fincas cuando éstos acuden a ahuyentarlos.

Según algunos expertos, estos ataques se producen cada vez con más intensidad en los últimos años debido a que los buitres, procedentes de distintos puntos de nuestro país, emigran cada vez menos a África en busca de un clima más templados, no cruzando el Estrecho de Gibraltar y, por tanto, estancándose y acumulándose en provincias como la de Huelva, donde la ya de por sí escasa comida existente para alimentar a aquellos que habitan asiduamente en ella, es a todas luces insuficiente para abastecer a la población de buitres procedentes de otras regiones españolas.

Esto ha dado lugar a que la organización Asaja-Huelva haya remitido un escrito al delegado provincial de Medio Ambiente, Juan Manuel López, en el que le informa de la situación y la consecuencia de estos ataques que perjudican a los ganaderos de la provincia, sobre todo, en el Andévalo.

Según Asaja, la causa de los ataques, "que en las últimas semanas se han manifestado con mayor virulencia", está en la normativa de retirada obligatoria de cadáveres, que ha propiciado que las especies necrófagas no cuenten con el alimento que precisan. Desde la puesta en marcha de esta normativa, "con la supuesta intención de evitar la propagación de enfermedades como el mal de las vacas locas o la lengua azul en la ganadería, los buitres han cambiado sus hábitos alimenticios, pasando a matar cuando nunca antes lo habían hecho". La retirada de cadáveres "no evita la propagación de dichas enfermedades y responde sólo a la aplicación absurda de una norma importada de Europa, donde el buitre prácticamente no existe", apuntó Asaja.

Es por ello que, según Asaja, los ganaderos onubenses "se ven en una situación de total desamparo ya que nada pueden hacer para evitar los ataques de estas especies protegidas y nadie compensa las pérdidas económicas por las reses muertas". Asaja-Huelva insta en su escrito al delegado de Medio Ambiente a que "tome medidas como acometer reformas legislativas que posibiliten indemnizar por los daños que inflijan los buitres a los productores, y que se controlen las colonias, especialmente aquellas en las que se observe un comportamiento especialmente violento". Asaja exige a la Consejería de Agricultura de la Junta que acuerde habilitar espacios para depositar cadáveres de animales muertos en las fincas, de forma debidamente organizada y que sirvan de sustento a los necrófagos.

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