El Museo Metropolitano de Nueva York (MET) ha vuelto a ser el epicentro de la moda americana y en esta ocasión se ha vestido más futurista que nunca; la ocasión lo merecía, ya que el lema de la gala de este año era ‘La moda en la era de la tecnología’. De alguna forma se tendría que notar que era Apple la patrocinadora del evento.

Y como se trataba de nuevas tecnologías, las celebrities se liaron la manta a la cabeza y lucieron sus galas más estrambóticas. Era día de eso. Mucho plateado y mucho corte futurista en los diseños. Aunque no todas las invitadas entendieron en esta ocasión la temática de la gala MET, como la guapa Carlota de Mónaco, que sorprendió con un diseño de Gucci multicolor que poca relación tenía con el futuro y las nuevas tecnologías, o Dakota Johnson, que también confió en Gucci y se equivocó con su vestido de estrellas de colores.

Pero no todas las celebrities entendieron que para hablar de moda en la era de las tecnologías hay que vestirse de robot. Sirva como ejemplo el modelo escogido por Emma Watson, un diseño blanco y negro de Calvin Klein que pese a lo extraño de su forma la convirtió en una de las más elegantes de la noche. 

Las modelos Cindy Crawford y Jourdan Dum, ambas de Balmain, y Joan Smalls fueron algunas de las que mejor supieron defender sus tonos plateados. También Gigi Hadid sorprendió gratamente con su elección: una falda de gasa gris de cuya cintura plateada salía un  diminuto cuerpo que finalizaba en  el cuello a modo de collar brillante y que dejaba al descubierto el original body plateado palabra de honor de Tommy Hilfiger. 

No se podría decir lo mismo, no obstante, del modelito plateado de Versace que escogió Lady Gaga. La cantante, fiel a su estilo llamativo, apareció con un body negro y plata inspirado en los corsés antiguos  y una chaqueta torera metalizada, aunque parece que se le olvidó seguir vistiéndose y optó por unas medias de rejillas y una de sus estrambóticas botas de plataformas. 

Tampoco pasó desapercibido el modelito negro de Givenchy que eligió Madonna para la ocasión, que no sólo mostraba sus pechos con un encaje muy transparente, sino que, una vez más, dejaba al aire  sus posaderas. Tampoco se entendió la ‘armadura’ metálica de Balmain que eligió Kim Kardashian para la ocasión, ni el modelito de escamas plateadas de Louis Vuitton que lució Taylor Swift. El sujetador de cuero negro sobre el vestido de lunares de Selena Gómez también dejó mucho que desear, así como el vestido  blanco con el cuerpo a medio hacer de Versace que escogió Kate Hudson. Entraron también en la lista de las peor vestidas de la noche Miranda Kerr, con un diseño de Louis Vuitton, Irina Shayk, de Givenchy, una irreconocible Beyoncé enfundada en un vestido de látex salmón con motivos florales o Emma Roberts, que entendió el futuro con un vestido degradado en tonos lilas.

Por su originalidad, en cambio, destacaron los diseños de Claire Danes y Karolina Kourkova, que sí supieron sacar tajada al lema de este año e incorporaron la tecnología a sus vestidos, haciendo que éstos brillaran en la oscuridad.

Si en anteriores ediciones Sarah Jessica Parker se había convertido en un referente de esta gala, este año no se puede decir lo mismo. El modelito de Monse que escogió la actriz en esta ocasión, compuesto de levita blanco roto con botones dorados, pantalones a mitad de la pantorrilla y zapatos con hebilla al más puro estilo príncipe de Beukelaer, dejaba mucho que desear.