La Otra orilla

Mª Ángeles Pastor

El vertedero de la verdad

PARA los vecinos de Nerva, el vertedero ha sido desde el principio una fuente de conflictos y preocupaciones. Para su director, el Complejo Medioambiental de Andalucía tiene una gestión modélica. Todo lo que ocurre en torno al paraje de Zarandas está cargado de intención, hasta las palabras para designarlo. Pues con toda intención, ahí van algunas preguntas.

Primera pregunta. ¿En qué condiciones está el vertedero? El incendio de la semana pasada no es el primero ni puede que sea el último: las fotos muestran claramente la mezcla inadecuada de residuos, por lo que eso de "modélica" ya se convierte en eufemismo perverso. La empresa aduce que se quemaron residuos no peligrosos, pero eso no significa "no contaminantes", sobre todo al entrar en combustión. La perspectiva del fuego no debe tranquilizar mucho a los vecinos: lo mismo da por donde empiece un incendio si termina afectando a materiales tóxicos, que haberlos haylos. Lo de "residuos no peligrosos" viene a ser otra perversión lingüística.

Segunda pregunta. ¿Hay o no hay residuos italianos en Nerva? Una denuncia de los ecologistas habla de 25.000 toneladas de escombros contaminados, cuyo envío ha sido confirmado por la propia Comisión Europea pese a que la Junta se comprometió a no albergar residuos de otros países. El Consejero niega los hechos aunque eso suponga desmentir a uno de sus Directores Generales. Luego aclara que es que los residuos estaban inertizados. Y ya con eso nos quedamos tranquilos: otra perversión. Hace unos meses, la propia Delegación de Medio Ambiente en Huelva se declaró incapaz de determinar el origen de los malos olores de los que se quejaban los nervenses. El olor está, pero no se sabe de dónde viene. Como el incendio. ¿Como los residuos italianos?

Tercera pregunta, casi más inquietantes que las anteriores. ¿Cómo y por dónde llegan los residuos a Nerva? Hace unos días volcó otro camión -van tres este año- que estuvo a pique de contaminar el pantano de donde bebe toda la Sierra. Algún día daremos en la diana. Ha habido denuncias de que a Nerva llegaban materiales desde Alemania pasando por Lisboa, Alcobendas, otra vez Portugal y finalmente entraban por El Rosal como si tal cosa. ¿Tanto camino para desechos inofensivos? Como poco, hace falta un debate serio sobre las condiciones del transporte de mercancías peligrosas, que van cubiertas con una lona y ya está, en esas carreteras de curvas.

Reconozcamos, como acaba de hacer Chamizo, que los nervenses tienen motivos para estar alarmados. Hace bien el Defensor del Pueblo en exigir claridad, ¿pero de dónde va a sacarla? ¿Quién va a decir la verdad? Para algunos esa verdad es más peligrosa que los residuos del vertedero. Y por ahí dentro debe estar escondida, entre la basura.

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