BREVIARIO

Alejandro V. Garcia

Las cabezas de la hidra

LA resistencia del PSOE a aceptar las proporciones del escándalo de los ERE y a rebanar todas las cabezas de esa hidra espeluznante que ha surgido del fondo del cieno es tan banal como patética. Banal porque los socialistas van a pagar, se resistan o no, las consecuencias de la forma más directa que cabe en democracia: en las urnas. Y patética porque los esfuerzos para contener la avalancha de suciedad y para que no guarree los bajos del pantalón de los consejeros, ex consejeros y presidente que no se enteraron del movimiento de tripas se parecen a las inútiles pantomimas de los actores del cine mudo para frenar la máquina dentada que amenaza con triturarlos. Los socialistas han acordado -como si esas cosas se pudieran decidir de antemano, sin contar con el parecer ajeno- colocar el dique de la responsabilidad política en el ex director general de Trabajo Javier Guerrero, ese arrogante que asegura que los intrusos, entre ellos su propia suegra, no son intrusos, sino "criaturas necesitadas de ayuda sociolaboral". ¡Criaturitas de Señor! Usa, por cierto, Guerrero esa jerga jactanciosa de los tipos acostumbrados a dictar su voluntad durante demasiados años. Pero ¿quién puso a Guerrero, quién lo mantuvo, quién ha criado a esa generación de presuntuosos cebados a la sombra del poder?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios